Urkullu cree que el Gobierno quiere relevar a Vidarte por intereses políticos

El PNV salió ayer en tromba en la defensa del director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, incluidas las instancias más altas del partido. Su presidente, Iñigo Urkullu, atribuyó a un interés "absolutamente político" del Gobierno vasco el empeño en sustituirle al frente del museo. Urkullu alabó su labor sin dejar resquicio a la duda, un día después de que la consejera de Cultura, Blanca Urgell, abogara por buscar candidatos para sustituirle. "Lo ha hecho excepcionalmente bien", dijo el presidente del PNV, haciendo caso omiso de las razones que esgrime el Gobierno: la pérdida de más de ocho millones de euros en operaciones de compra de divisas y el desfalco de otro medio millón perpretado por el ex director financiero del museo, Roberto Cearsolo. Para el PNV tampoco es problemático que Vidarte ejerza al mismo tiempo los cargos de director general del Guggenheim Bilbao y de responsable de Estrategia Global de la Fundación Solomon R. Guggenheim. El Gobierno, en cambio, considera que son puestos con intereses encontrados.

El Ejecutivo señala que comunicó la desconfianza en su gestión en 2009

Urkullu achacó a Urgell falta de lealtad con el Patronato del museo, por lanzar el debate sobre el relevo de Vidarte a los medios de comunicación, y les instó, tanto a ella como al lehendakari Patxi López, al que mencionó expresamente a "dejar de buscar" un candidato para dirigir el Guggenheim: "Ya lo tienen, es el actual, es bueno y es brillante", remachó.

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, insistió ayer en que Vidarte "no goza de la confianza" del Ejecutivo y recordó que esta opinión se había puesto de manifiesto ante la Diputación de Vizcaya y en los órganos de dirección del museo desde el inicio de la legislatura. La propia consejera de Cultura explicó en el Parlamento vasco el pasado mes de abril su opinión contraria a la permanencia de Vidarte en el cargo. Urgell reconoció que mientras que el Gobierno piensa en la búsqueda de candidatos a dirigir el Guggenheim, la Diputación de Vizcaya ni siquiera accede a reflexionar sobre la posibilidad de un relevo.

El cruce de declaraciones de los últimos días a favor y en contra de la permanencia de Vidarte al frente del Guggenheim ha vuelto a poner en evidencia el bloqueo de cualquier decisión de trascendencia referente al museo por las posturas contrapuestas entre sus dos socios, el Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya. El reparto de fuerzas a partes iguales entre las dos instituciones en los órganos de dirección del museo impide que una de las dos imponga su opción.