Navantia intensifica su promoción en el exterior para captar contratos

Los astilleros de Navantia en la bahía de Cádiz se quedarán sin trabajo en 2012. El Ministerio de Defensa ha cerrado el grifo de nuevas inversiones y a las navieras y demás países la crisis también les ha hecho frenar sus inversiones en nuevas construcciones y reparaciones de barcos. Así que la empresa naval ha tenido que redoblar sus esfuerzos de promoción para conseguir nuevos contratos. Ahora se mueve con 13 ofertas en ocho países. También buscará diversificar su producción presentando ofertas para construir parques eólicos marinos o plataformas petrolíferas. Son datos revelados ayer en un encuentro mantenido entre los trabajadores y cargos del PSOE.

Los sindicatos están preocupados por la falta de nuevos encargos. El astillero de Cádiz, especializado en las reparaciones, se quedará sin grandes encargos tras la marcha este mes del buque Cantabria, uno de los últimos contratos arrancados al Ministerio de Defensa. El departamento que dirige Carme Chacón ya ha avisado de que no habrá nuevos pedidos hasta, al menos, 2013. No llegará la modernización del portaaviones Príncipe de Asturias ni la construcción de nuevos buques de acción marítima, como se había planteado el Ejecutivo antes de que estallara del todo la crisis.

La falta de contratos de la Defensa española ha hecho volcar el esfuerzo comercial de Navantia hacia el exterior. La empresa está presente en una docena de concursos internacionales pero el gran valor de los astilleros públicos españoles, su alto nivel tecnológico, ya no es un gran atractivo en este tipo de concursos. "La calidad ya no vende. Ahora se busca lo más barato", explicó ayer a los representantes de los trabajadores de Navantia la diputada socialista, Mamen Sánchez. Paradójicamente la especialización y destreza de los operarios españoles es un obstáculo. "La crisis favorece a los que trabajan con mano de obra barata", añadió Sánchez.

La situación puede volverse muy grave en 2012 si no se firman ya nuevos contratos. Fuentes sindicales explicaron que un encargo normal para Navantia necesita, al menos, un año de preparación entre la rúbrica y el inicio de los trabajos. De ahí la urgencia en que se consolide algún nuevo pedido.

Los trabajadores miran hacia Venezuela. Los presidentes de los tres comités de empresa de las plantas gaditanas han remitido cartas al presidente Hugo Chávez y se han entrevistado con el embajador de Venezuela en España. "Lo que pedimos al Gobierno español es que se esfuerce por mantener las relaciones con este país. Esto tiene que hacerse al máximo nivel", reclama el portavoz de los comités, José Antonio Oliva.

Navantia se promocionará en un encuentro de ministerios de Defensa y hará campaña publicitaria. También intentará abrir mercado en otro tipo de construcciones, aunque los sindicatos dudan de que este tipo de nuevos proyectos resuelva a corto plazo la situación de los astilleros. La plantilla tiene carga de trabajo asegurada para dos años pero no la industria auxiliar. Según datos de la patronal, las subcontratas navales han perdido 3.300 puestos de trabajo en el último año.