Va de duelos
Aparte de la lucha por la victoria final, la pelea por el tercer puesto y la general por equipos inflama los Pirineos
El Tour 2010 va de duelos. Físicos, psicológicos, mentales. Duelos por todo. Duelos verdaderos de uno contra uno. Duelo de Andy y Contador, duelo de Samuel y Menchov, duelo de Caisse d'Épargne y RadioShack. De los unos contra uno nace la narración de una carrera que va de lo sublime a lo ridículo, y a veces de lo terrible a lo triste. Desafíos que, como casi todo, solo se podrán valorar una vez resueltos.
A Bjarne Riis le gusta que le digan que lidera el lado psicológico de los mano a mano. El director danés fue ayer el maestro detrás de la actuación de su chaval, Andy Schleck. "Era la táctica estudiada y prevista", dijo Riis. "El primer día de los Pirineos era el día del ahorro, de poner nervioso a Contador. Por eso le ordené a Andy que se pegara a su rueda. Nosotros hemos ganado un día de recuperación y seguro que el español estará preocupado. Ha tenido al equipo trabajando todo el día y han llevado a Andy a rueda. Y Contador ha comprendido que hay que atacar más de dos veces a Andy para soltarlo...".
A Contador las cuentas de Riis no le cuadran. "A mí 31s me van bien para la contrarreloj de Burdeos", dijo el chico de Pinto, que tira de calculadora y una sangre fría que parece reñida con su temperamento impulsivo. "Serán ellos los que tengan que sacar más tiempo". En los planes del Astana para el día entraba, sin embargo, la victoria de etapa. En ello participó todo el equipo, aunque a algunos, como a Vinokúrov, se le hiciera rara la faena: tratando de marcar el ritmo de su líder en la última subida, antes de vaciarse marchaba a trompicones, con acelerones que sacaban al grupo de su rueda, con frenazos en los que todos parecían chocar como pasajeros de un autobús. "Es una pena que Dani Navarro no tuviera su día, seguramente por la caída de Revel, porque así hemos tenido que hacer sin forzar mucho Pailhères y luego en Ax no había dureza: era un puerto fácil e ir a rueda era sencillo", dijo Contador, quien se mostró satisfecho de no haber dado su brazo a torcer. "Y el ritmo de Vino me vino de perlas, antes de atacar. Estoy tranquilo, no va mal la situación".
Riis dijo también que los Pirineos son largos y que ya llegaría el día de atacar, lo que ya saben, evidentemente, Samuel Sánchez y Denis Menchov, los del duelo, por ahora, por el tercer puesto, y que más parecen corredores de temperamento defensivo. Sin embargo, llegado el momento, dieron más tensión dramática a su duelo que los líderes. "En cuanto oí lo del surplace, que Andy y Alberto se paraban, ataqué con todas mis fuerzas", dijo el ruso. "Hice bien, ¿no?". Al líder del Euskaltel el movimiento le pilló de sorpresa. "En cuanto vi que se iba Denis, metí el plato grande y me dije que antes morir que dejarle irse. Pero va a ser duro de pelar el ruso...", dijo Samuel, que le aventaja momentáneamente en 13s.
El tercer duelo está más cerrado aún, se juega en 8s, los que separan al Caisse d'Épargne y al RadioShack, dos conjuntos que han visto su Tour reducido a la lucha de la general por equipos. Los marcajes entre los corredores son tan estrechos como el de Andy a Contador. No se mueve uno sin su sombra correspondiente, pero ayer, la dureza del recorrido convirtió el marcaje táctico en lucha por la supervivencia. Frente al trío de veteranos que puntuaron por el equipo de Armstrong -la media de edad de Klöden, Horner y Leipheimer es de 37 años-, los del Caisse jugaron con la tenacidad nueva de Luis León, con la seguridad de Kiryienka, siempre en fuga, con la veteranía del viejo Moreau.
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