Los siete kilómetros más esperados

Entre el sol y el asfalto se comentaba ayer que hace diez años ya se hablaba del tramo de carretera que une Almassora con Burriana, la CV-18. El caso es que fue licitada en 2007, adjudicada en 2008 e inaugurada en 2010, después de que los 18 meses de plazo de ejecución se convirtieran en 28. Y no fue hasta ayer el día en que, aunque acabado hace más de una semana, el vial, de doble carril, se abrió completamente a la circulación. Porque no fue hasta ayer el día en que el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, pudo cruzar su agenda con las de los alcaldes de los dos municipios por los que transcurre el vial, de alrededor de siete kilómetros, para proceder a la inauguración.

La CV-18 soportará el paso de unos 70.000 vehículos diarios

Los problemas de financiación pararon el proyecto durante meses

Previo paseo en autobús, dos aparatos de aire acondicionado hicieron posible la estancia en la carpa inaugural, en la que la crisis convirtió el vino en agua, piruletas, llaveros y bolígrafos con el logotipo de la constructora. Aunque realmente lo que querían los conductores es que se retiraran, por fin, los conos que, sin lógica alguna y sin obras de última hora, prohibían el uso de un carril en cada sentido. Y es que este es uno de los tramos del eje costero de la provincia de Castellón, entre la capital de la Plana y Nules, por el que circulan unos 70.000 vehículos al día, aunque en muchos casos sean los mismos conductores y los mismos vehículos haciendo viajes.

Los problemas de financiación para la ejecución del tramo, que fue licitado por poco más de 15 millones de euros, fueron el origen de que el proyecto se paralizara durante meses. Con la evidencia del retraso, ayer se aludió a otro de los problemas surgidos durante la obra, que topó con un "terreno peor de lo esperado" en los poco más de 200 metros sobre los que había de construirse un puente que cruzara el río Mijares. Finalmente, en la explicación ofrecida, la solución llegó con la instalación de piezas prefabricadas y un sistema de pivotación profunda, de hasta 22 metros, para solventar la extraordinaria evacuación de agua del pantano de Arenós durante las obras de reparación en sus laderas.

Las Vías Parque, que es el nombre que se ha otorgado a este tipo de viales "son carreteras de gran calidad, perfectamente integradas en el territorio y en el paisaje, y permiten circular a automóviles, personas, bicicletas y vehículos agrícolas", indicaron fuentes de la Generalitat. Pero Camps, poco dijo de la tan esperada carretera o sus retrasos. Sí aprovechó para hablar del "esfuerzo espectacular, como nadie" de la Generalitat y para reclamar al Gobierno que no congele las infraestructuras estratégicas para la provincia de Castellón.

Al margen de eso, y aprovechando la victoria de la selección española en el Mundial de Sudáfrica, hizo una proclama sobre los símbolos y la bandera española "compatibles con nuestra singularidad", tal como dijo. "También se puede decir soy español en valenciano y estoy harto de escuchar que los símbolos no nos unen", dijo. Eso sí, no admitió preguntas de los periodistas.