"Hay que olvidar a Hollywood"
Una maleta sobre un pedestal cuya visión conjunta tiene forma de un crucifijo. "Es como veo a España, un país aún marcado por la Iglesia católica". Peter Greenaway (Gales, 1942) explica el cartel que ha creado para la séptima edición de Sevilla Festival de Cine Europeo que se celebrará en la capital andaluza del 5 al 13 de noviembre. Es el símbolo que ha escogido el autor para reflejar al país anfitrión del festival. Pero el mensaje es otro: "Debemos adaptarnos a la nueva era del cine multimedia, en el que debe destacar el lenguaje visual sobre el de las palabras".
La imagen del cartel pertenece a su último proyecto: Las maletas de Tulse Luper, una exposición compuesta por 92 maletas que ha viajado a distintos escenarios del mundo (Brasil, Holanda, Bélgica) para mostrar el hábito del ser humano de acumular objetos, y el conocimiento del mundo a través de la denominada sociedad de la información.
"El cine puede ser la forma ideal para trasladar una obra pictórica"
"Cualquiera, con una cámara, puede ser un cineasta en potencia"
Esta vez, una de estas maletas hace el papel de pantalla, aquella que "miramos o en la que aparecemos gran parte de nuestra vida". La cruz simboliza la muerte de ese "cine tradicional, más propio de un público que hoy roza la vejez".
Este artista ha participado en más de 100 proyectos, donde la pintura y el cine -sus dos pasiones- caminan juntas utilizando medios y escenarios distintos: audiovisuales (The Marriage, Nightwatching, El contrato del dibujante, El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante), exposiciones, performance, narraciones. Además, no teme arriesgar. Greenaway es capaz de fusionar en un evento múltiples pantallas, mezclando imágenes pregrabadas con imágenes en directo (Luperciclopedia), con el acompañamiento musical de un DJ de discoteca; o añadir imágenes y luces sobre la superficie pintada de una obra maestra. Un cuadro de Veronese convertido en una ópera lírica, un lienzo de Rembrandt trasladado al lenguaje cinematográfico. "Todo vale, menos cerrar ventanas al público", defiende.
Para este director, el cine logra saltar cualquier barrera lingüística, con la ayuda de la traducción de textos. Pero, destaca un aspecto de mayor calado en la gran pantalla: el lenguaje de lo visual. "El cine puede ser la forma ideal de trasladar una pintura".
Pero, aún así, se muestra desilusionado porque, según expresa, "la mayoría de las películas que todo el mundo ha visto comienzan con un texto", y manifiesta que "ojalá el cine estuviera basado más en el mundo de la pintura que en los libros de una biblioteca", concluye.
Greenaway afirma estar convencido de que hay que adaptar el cine a las nuevas generaciones, aquellas que han crecido con un portátil, una cámara digital y un teléfono móvil. "Los jóvenes han visto películas como Spiderman, Avatar o La Guerra de las Galaxias. El ojo de un joven de hoy no mira igual que lo hacía Velázquez, porque el primero pertenece a una generación multimedia". Su próximo trabajo se centra en una obra cumbre del pintor sevillano, Las Meninas. "Para llegar a este público, hay que adaptarse al contexto audiovisual que conoce".
Aunque nació y creció en Reino Unido, ha vivido durante más de 40 años en la capital de Holanda, donde mantiene su estudio. "Amsterdam es una de las ciudades más civilizadas del mundo", expresa. De España no tiene la misma apreciación: "Hay tres palabras que plantean todavía un problema moral al ciudadano español: aborto, homosexualidad y eutanasia. Y no a un ciudadano holandés", apunta mientras se acomoda en uno de los sofás del céntrico Hotel Colón.
Para los sectores que no acaban de aceptar la forma de aunar el arte pictórico y el mundo audiovisual, Greenaway lo tiene claro: "Es absolutamente obligatorio que el arte sea incómodo, y es responsabilidad del artista molestar", advierte.
Durante el acto de presentación del cartel, el pintor galés ha animado a los presentes a "olvidar el elitismo de Hollywood", al mismo tiempo que ha animado a toda la sociedad a ser partícipe del mundo audiovisual porque, según el artista, "cualquiera tiene acceso a una cámara, un DVD o un ordenador, y puede ser un cineasta en potencia". Además, ha aprovechado el momento de su discurso para aconsejar al alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que "no fomente la presencia de la industria cinematográfica en la ciudad", refiriéndose así al rodaje de la película Noche y Día, en la que participaron actores como Tom Cruise y Cameron Díaz.
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