Fresquitos en el verano ártico
Es una leyenda urbana que los inuits -mal llamados esquimales, término ofensivo que significa "comedores de carne cruda"- tengan más de 40 palabras diferentes para referirse a la nieve. Los chavales de Groenlandia han empezado a estudiar en las escuelas el cambio climático y sus efectos, que ya se dejan sentir en las zonas costeras del sur, cada vez más cerca de aquella tierra verde (Grønland, en danés) que encontró el vikingo islandés Erik el Rojo allá por el año 960.
Pese al aumento de las temperaturas, el hielo todavía cubre el 80% de la isla danesa, de más de dos millones de kilómetros cuadrados. En Ukkusissat (en la foto), una pequeña comunidad inuit a unos 300 kilómetros al norte del Círculo Polar, el mar se sigue helando en invierno, circunstancia que aprovechan los vecinos para visitar otros pueblos cercanos en trineos de perros. En el verano ártico, sin noches, lo recorren barcos preparados para navegar entre los témpanos, como el noruego MS Fram, de Hurtigruten (también en la foto; www.hurtigrutenspain.com). Cruceros de siete y 15 días, desde 3.340 euros.
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