El consejero delegado del BBVA pide una consolidación fiscal

Ángel Cano, consejero delegado del BBVA, destacó ayer en el seno del ciclo Las salidas a la crisis económica: Reformas para cambiar las soluciones que debe adoptar el sistema económico español para salir de la crisis económica, entre las que se encuentran una consolidación fiscal creíble y diversas reformas y reestructuraciones financieras, como una nueva ley de cajas o la reducción de las oficinas bancarias. "Se están dando pasos importantes para corregir la situación", señaló.

Cano indicó que "el mundo ha cambiado y ya no volverá a ser como antes", ante lo que mostró su convencimiento de que se presentan oportunidades ineludibles que hay que desarrollar mediante los tres imperativos que debe seguir un modelo ganador: personas, principios y tecnología innovadora. "Tiene que haber un cambio de paradigma". En este sentido, el economista consideró imprescindible la realización de un stress test en condiciones de rigurosa transparencia para discriminar entidades.

Para el consejero delegado de esta institución financiera, en España se han producido algunos fallos en la industria bancaria, como la infravaloración de los riesgos, el exceso de confianza y los fallos en la supervisión y la regulación, con una coordinación que "ha brillado por su ausencia". Sin embargo, considera que existen varias ventajas, como un mayor potencial de crecimiento en los últimos 10 años o una deuda pública inferior a la de bastantes países de la Unión Europea. "Al fin y al cabo, de los cuatro bancos que tienen una calificación doble A hay dos bancos españoles", añadió haciendo referencia a la calificación que otorga la agencia de medición de riesgos Standard and Poor`s.

Además, con respecto a la crisis desatada en Europa como consecuencia del derrumbe griego, Cano descartó la posibilidad de que a España le suceda algo similar ya que "los dos países no tienen nada que ver, ni en cuanto a tamaño, ni a situación financiera. Es imposible". Asimismo, el consejero delegado del BBVA se aventuró a decir que, pese a la crisis de los miembros de la Unión Europea, "el euro no desaparecerá".

Cano concluyó su intervención añadiendo que "el corto y medio plazo estará definido por un marco regulatorio muy exigente".