Feijóo descarta definir Galicia como nación en el Estatuto

Dos años y medio después, cambian los actores -se han ido Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana, han llegado Pachi Vázquez y Guillerme Vázquez- pero no el contexto: la definición de Galicia en el Estatuto sigue sin poner de acuerdo a los tres partidos gallegos. Desde que el ex presidente de la Xunta, su socio nacionalista y Alberto Núñez Feijóo, entonces líder de la oposición, dejaron el catering a medias y tres ejemplares del Estatuto del 81 sobre la mesa de Monte Pío aquel 17 de enero de 2007 que se frustró la reforma estatutaria, ha cambiado el Gobierno, los líderes de PSdeG y Bloque, hay una sentencia del Constitucional sobre el Estatut catalán, pero el debate sigue exactamente en el mismo punto donde quedó entonces.

"Poner un término sin validez jurídica es minusvalorar a Galicia"

El Partido Popular ya con mayoría absoluta se niega a incluir, ni siquiera en el préambulo de la norma -ese que según ha determinado el Constitucional, no tiene validez jurídica- el término nación, que reclama el BNG y una parte significativa de los socialistas. Ayer, el presidente de la Xunta volvió a refrendar esa tesis. Al mantra de que su Gobierno sólo propiciará un texto constitucional, añadió otro mensaje: "Poner en el estatuto un término que no tiene eficacia política, jurídica y sin trascendencia, yo creo que es minusvalorar lo que es Galicia".

En otras palabras, el PP no tragará con el término "nación". Feijóo pidió leer entre líneas la sentencia sobre todo en la parte que alude al artículado y subrayó que "el Constitucional dice que hay una nación única que es España y que Cataluña es una nacionalidad histórica". Así que ese será el término que defenderá el PP para definir a Galicia si algún día se reabre el debate sobre la reforma del techo competencial.

Ayer el presidente sólo se comprometió a citar a los líderes de la oposición, Pachi Vázquez, del PSdeG, y Guillerme Vázquez, del Bloque, una vez que pase el verano y haya aprobado los presupuestos. Feijóo sólo se compromete en esos encuentros -no explicó si se tratará de una reunión a tres o de citas bilaterales- a "explorar si hay predisiposición para hacer una reforma constitucional y útil del Estatuto".

Con esos dos términos "constituciónal y útil", el líder del PP se refiere precisamente a evitar la palabra "nación" en el texto. El resto de los acuerdos alcanzados en 2007, que según los negociadores que entonces enviaron las tres formaciones políticas, alcanzaban al 90% del texto, se compromete a mantenerlos el presidente de la Xunta quien no disimula su falta de interés por la reforma en este momento y dada la actual coyuntura económica. Feijóo se ha marcado de plazo el horizonte de esta legislatura en la que según su programa electoral deberá presentar una propuesta de texto a los grupos de la oposición. No será tras las vacaciones, puesto que las reuniones con socialistas y nacionalistas sólo pretenden sondear las posibilidades reales de alcanzar algún acuerdo.

Tras la batalla de las cajas y en medio de la crisis económica que sigue golpeando a Galicia -donde los datos de paro son más altos y el diferencial con España empeora-, Feijóo no está dispuesto a abrir un nuevo frente de conflicto. Ayer ni siquiera quiso poner fecha para la reforma y se limitó a asegurar que si por su grupo y su Gobierno fuese el nuevo texto estaría listo antes de que concluya su mandato.