La controversia del lobo

El lobo sigue provocando sentimientos atávicos, aun cuando la zoología haya confirmado la relativa iniquidad actual de este predador. Ayer, decenas de ganaderos, pertenecientes al sindicato UAGA, increparon en Vitoria al diputado foral de Medio Ambiente, Mikel Mintegi (EA), después de que presentara en las Juntas Generales de Álava el llamado Plan de Gestión del Lobo para afrontar el conflicto con la ganadería extensiva en el Territorio Histórico de Álava. En síntesis, una iniciativa para compaginar el respeto al ganado doméstico con el cumplimiento de la legislación del lobo, especie protegida.

Pero los ganaderos no están dispuestos a asumir esa convivencia de sus rebaños. Antes de insultar a Mintegi, se encadenaron ante las Juntas Generales como penúltimo acto de una campaña contra la nueva norma que impulsa la Diputación de Álava. "Se niegan en redondo a cualquier otra medida que no sea la de acabar con el lobo", apuntaban desde fuentes del departamento de Medio Ambiente. Lo cierto es que en el proceso de alegaciones a este documento, sólo los grupos ecologistas se personaron, con más de 250 enmiendas, mientras que ganaderos y las formaciones políticas representadas en las Juntas se abstenían.

"No vamos a contravenir la ley", afirma el diputado de Medio Ambiente

El plan que ha impulsado la Diputación de Álava, consensuado entre los Departamentos de Medio Ambiente y Agricultura, busca resolver el conflicto entre el lobo y la ganadería. "Hay que sentarse en una mesa y consensuar las medidas", advirtió ayer Mintegi a los ganaderos que le increpaban. Más tarde, señaló que la mayor parte de los ataques (27 en 2009 y 13 en lo que va de 2010) que ha sufrido la cabaña extensiva alavesa no han sido ejecutados por lobos. "Son perros asilvestrados", afirmó.

El diputado de Medio Ambiente confirma un estudio realizado en los años 2004 y 2005 por la Estación Biológica de Doñana en Álava, en el que se analizaba el tipo de presa del que se alimentaba el lobo. Según aquella investigación, que estudiaba los excrementos de estos cánidos, el 70% de su alimentación correspondía a corzos y jabalíes, mientras que el 3% eran ovejas. Los perros salvajes se alimentaban en un 54% de animales domésticos.

Así y todo, los ganaderos alaveses sostienen que el principal enemigo es el lobo, que el plan de gestión no sirve para frenar los ataques y que hace falta "mano dura". Sin embargo, desde la Diputación, recuerdan que "la legislación europea, estatal, vasca y las normas forales abogan por la protección del lobo y no vamos a contravenir la ley", advirtió Mintegi.

El plan de gestión impulsará la investigación de la población de este animal, muy dispersa y que se mueve por un gran territorio que va desde el norte de Burgos, el sur de Cantabria y el oeste de Vizcaya y Álava. Incluye, recordó el diputado de Medio Ambiente, las indemnizaciones por las reses muertas y heridas por los ataques del lobo, además de ayudas para el vallado de los terrenos.