Un extremo para Mourinho

Antes de marcharse de vacaciones, allá por el 7 de junio, José Mourinho, el nuevo entrenador del Madrid, dejó una lista de peticiones encima de la mesa del presidente, Florentino Pérez. "Quiero a un lateral, a un medio y a Di María", había comentado previamente a la dirección deportiva, con la que se reunió prácticamente a diario después de su presentación en el Bernabéu. Di María es Ángel di María, un extremo zurdo larguirucho, de 22 años, con cara de niño bueno y la cresta engominada. Del Benfica se marchó directamente a Sudáfrica para disputar el Mundial con Argentina.

El Madrid le espera ahora para pasar el reconocimiento médico. En los primeros cuatro partidos disputados por la selección de Diego Maradona, el de Rosario no ha despuntado. Quizás, porque todos le estaban esperando. En el club blanco nadie le conocía demasiado. Pero fue un empeño de Mourinho, con el que comparte representante, que le sigue desde hace mucho tiempo.

La primera petición del portugués le ha costado 26 millones de euros a Pérez. A los directivos del Madrid no le parece demasiado dinero porque, aseguran, el Benfica ya pagó por él 10 millones hace tres años. Ahora se ha comprometido por seis temporadas con el Madrid.

Nacido en Rosario y crecido en el barrio humilde de Alberdi -su padre tenía una carbonería-, Di María debutó en Primera en 2006, en el Rosario Central, con 16 años. Uno después ya decidió cruzar el charco y recaló en el Benfica. Con el club portugués ha jugado 68 partidos y ha marcado seis goles. Ha tenido una progresión bastante rápida y esta temporada ha sido nombrado el mejor jugador de la Liga portuguesa. Mientras tanto, ganó un oro olímpico en los Juegos de Pekín 2008 y el Mundial sub 20 junto a Banega y Agüero.

Dicen de él que es como Navas, pero en zurdo. Mourinho ya tiene su primera petición. Él sí parece tener voz y poder en la confección de la plantilla, algo de lo que se quejó el chileno Manuel Pellegrini tras su breve paso por el Madrid.