Robben es eléctrico
El conjunto holandés, una especie de versión B del argentino, se impone a Eslovaquia, pero no despliega el juego fluido y atrevido que le caracterizaba desde la época de Cruyff
Robben está siendo Robben, pero Holanda no está siendo Holanda. Robben, que es una especie de versión B de Messi, marcó un golazo y presentó sus credenciales ayer en la victoria por 2-1 contra Eslovaquia como candidato para ser una de las figuras del Mundial. Holanda, una especie de versión B de la actual selección argentina, no desplegó el fútbol fluido y atrevido que le ha definido desde tiempos de Johan Cruyff y que exhibió en los campeonatos europeos hace dos años.
Como tantas selecciones en este torneo, Holanda juega inhibida, con una dosis casi visible, olfateable, de miedo, prefiriendo no arriesgarse a ser fiel a la filosofía expansiva que la ha definido durante casi 40 años. Por otro lado, puede que le funcione. El problema holandés hace dos años, como en torneos anteriores, fue una tendencia a la implosión nerviosa. Se prometía mucho, pero la decepción, al final, era grande.
HOLANDA 2 - ESLOVAQUIA 1
Holanda: Stekelenburg, Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Van Bronckhorst, Van Bommel, De Jong, Sneijder (Afellay, m.91), Robben (Elia, m.71), Kuyt y Van Persie (Huntelaar, m.77).
Eslovaquia: Mucha, Pekarik, Skrtel, Durica, Zabavnik (Jakubko, m.86), Kukca, Stoch, Weiss (Sapara, m.86), Jendresik (Kopunek, m.71), Hamsik y Vittek.
Goles: 1-0, m.18: Robben; 2-0, m.84: Sneijder. 2-1, 92: Vittek, de penalti.
Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (ESP). Mostró tarjeta amarilla a Robben (m.32), Kucka (m.40) y Kopunek (m.72)
Estadio Moses Mabhida de Durban ante unos 61.900 espectadores.
El delantero, con un golazo, presentó sus credenciales a una e las figuras del torneo
Ahora prometen menos, deleitan poco en los que va del Mundial de Sudáfrica, pero avanzan con paso seguro, controlando partidos como el de ayer, contra el equipo que eliminó a Italia, sin demasiados sustos.
Se parece esta Holanda a Argentina en el sentido de que poseen mucha fuerza en el ataque, pero dan la impresión en la defensa de que contra un equipo rápido y hábil, como, por ejemplo, el alemán o el español, podrían sufrir.
Arriba tienen a Kuyt, que recuerda a Tévez, no muy fino o delicado, pero un luchador incansable. Van Persie todavía no acaba de dar el salto que su indudable talento merecería y ayer sufrió ante la falta de balones buenos del mediocampo, pero en cualquier momento podría explotar, como quizá lo acabe haciendo Milito para Argentina. Huntelaar, suplente ayer, vivió en la sombra de Higuaín durante su breve y poco feliz estancia en el Real Madrid. Por la izquierda, Holanda tiene al joven Elia, que recuerda algo al extremo argentino Di María.
La defensa holandesa recuerda a la argentina en que es rocosa, pero poco más. La finura de antaño con el balón de un Frank de Boer ya no existe y el lateral izquierdo Van Bronckhorst, como el que ocupa la misma posición en la selección argentina, Heinze, juega con la desesperada pasión de un hombre que sabe que está mucho más cerca de la jubilación que de sus mejores épocas.
Robben estuvo espléndido ayer, la figura más peligrosa de su equipo con diferencia, hasta que el entrenador le sustituyó por Elia en el minuto 70. Su gol, en el minuto 18, fue un clásico de los suyos y los de Messi. Con esa electricidad en los pies que comparte con el argentino, recortó desde el ala derecha para el interior, superó a dos jugadores y, con una zurda rasa, desde fuera del área, clavó el gol. La diferencia con Messi es que el holandés no tiene el mismo repertorio ni la misma presencia y personalidad en el campo. Pero esa jugada la domina a la perfección. Los defensas se la esperan, pero no tienen recursos para frenarle, con lo cual casi mete dos goles idénticos después.
El segundo gol holandés, en el segundo tiempo, mató el partido. Vino a manos de Sneijder (uno de los cuatro ex madridistas en la plantilla holandesa), pero fue fruto de la perseverancia de Kuyt, el jugador favorito de Rafa Benítez durante su etapa, recién concluida, en el Liverpool.
Eslovaquia luchó, pero no tuvo recursos y se hubo de consolar con un penalti inútil en el último minuto del tiempo adicional. Holanda pasa a los cuartos de final. Siendo la sombra de Argentina, la gran selección del Mundial hasta la fecha, parece muy difícil que gane el torneo. Pero ha llegado más lejos que otras ilustres selecciones europeas.
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