"España, Corea y una peli porno"
Un amigo me contó hace poco el recuerdo más importante que tiene de un Mundial: "Fue en Estados Unidos 1994. Viendo ese Mundial, yo perdí la inocencia". Evidentemente, pensé que se refería al momento en que Tassotti destrozaba la cara de Luis Enrique de un codazo. "No, no, no fue ahí. Yo perdí la inocencia en el España-Corea", me soltó. Como no recordaba muy bien ese partido, fui a la Wikipedia a ver qué había pasado: empate a dos. "Hombre, no es algo muy glorioso empatar contra Corea, pero de ahí a perder la inocencia... Además, pasamos a la siguiente fase", le dije. "Déjame que te explique", me contestó serio y misterioso; "el partido era tarde, muy tarde, un viernes por la noche, casi de madrugada. Yo tenía 12 años y fue la primera vez que mis padres me dejaron ir a ver un partido a casa de un compañero de clase. Éramos cinco amigos y sus padres no estaban. Nos habían dejado solos. El primer tiempo lo vimos entero sin más contratiempos, comiendo todo tipo de guarrerías. Pero en el descanso empezamos a hacer zapping. Era viernes, por la noche, años 90...", y paró su relato.
"No caigo", le insistí. Tras una pausa, él volvió a su narración: "Canal+. La porno codificada. Yo no había visto una película porno en mi vida. Mis amigos, tampoco. Por supuesto, lo vimos codificado porque no tenían Canal +. Juntábamos los ojos todo lo que podíamos porque así nos parecía que se veía mejor. No voy a entrar en más detalles; lo único que puedo decir es que no recuerdo nada del segundo tiempo". Nadie me creerá, pero juro que, cuando digo que es un amigo es un amigo: yo ya tenía 19 años y en mi casa sí había Canal+.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.