La autovía a Berdoias será idéntica a la que costaba 395 millones menos
El pliego de condiciones obliga a asumir el proyecto constructivo existente
La autovía de los 979 millones de euros será idéntica a la de los 584. Así ocurrirá porque así lo establecen las cláusulas administrativas y técnicas del concurso que convocó la Xunta de Feijóo para la autovía Carballo-Berdoias, en la Costa da Morte, cuya propuesta de adjudicación encarecerá el presupuesto en 395 millones. En esas cláusulas se establece la obligación del adjudicatario de "asumir como propio el proyecto de construcción y explotación" que ya existía, y que no se llegó a ejecutar por la pérdida del apoyo financiero que el BBVA prestaba a Ferrovial.
Tras el estallido de la crisis, en septiembre de 2008, Ferrovial presentó una solicitud de reequilibrio económico que encarecía la autopista un 30%, según el conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, porcentaje que los anteriores responsables de Política Territorial reducen al 16%. Lo hizo en un escrito que llegó a la Xunta el 17 de abril, tres días antes de que el bipartito traspasara el poder a Alberto Núñez Feijóo. Los nuevos inquilinos de San Caetano prefirieron pagar 4,1 millones de euros a la adjudicataria para anular el contrato y convocar un nuevo concurso que encarecerá la obra un 68%.
Feijóo afirma que le propusieron reducir la autovía pero que no puede probarlo
Las reclamaciones de las empresas descartadas aplazan la firma del contrato
Feijóo cambió ayer las explicaciones por el contraataque. Comenzó por preguntar a los socialistas, que denunciaron el sobrecoste, cómo adjudicaron desde el bipartito una obra a una empresa "que no puede o no quiere hacerla". "Cuando se hace a sabiendas de que no se va a construir, eso es fraude", acusó. A continuación, censuró que se critique una adjudicación "antes de que se produzca". En efecto, aunque Hernández anunció que esta misma semana la mesa de contratación se reunirá para hacer su propuesta, la cita se ha aplazado sin fecha. La razón es que las dos empresas descartadas en el nuevo concurso han solicitado consultar toda la documentación, en previsión de que haya errores en las puntuaciones. Una de ellas, Iridium, presentó una oferta 215 millones más barata y consiguió mejor puntuación, pero fue descartada por una penalización que le costó el 66% de sus puntos.
Feijóo no sólo deslizó su acusación de fraude al bipartito. También la extendió a Ferrovial: "Se le adjudica una obra a una empresa para que haga una autovía, y no para que diga después que no la hará, porque eso es fraude". Pero su Gobierno no sólo no ha denunciado a la anterior adjudicataria, sino que le pagó 4,1 millones de euros para compensarle por los gastos realizados. Alrededor de la mitad de esa cantidad sirvió para comprarle el proyecto constructivo al que se deberá atener FCC, en unión temporal con el empresario Manuel Jove y otras empresas, cuando finalmente firme el contrato.
Aunque la propuesta de Ferrovial contemplaba el mismo proyecto que finalmente se ejecutará, el presidente de la Xunta la acusó de proponer, para rebajar costes, que se ejecutase sólo el 60% en autovía (el tramo Carballo-Baio) y el 40% restante (Baio-Berdoias) con un carril en cada sentido, aunque admitió su incapacidad para demostrarlo. Feijóo tuvo que ser preguntado en dos ocasiones para aclarar si existía constancia documental de esa propuesta. "Existen unos datos que me acaba de confirmar la consellería que no están desconfirmados por nadie", comenzó, para aceptar a continuación: "Es muy difícil que se ponga por escrito una propuesta que es ilegal". Haber aceptado "sería prevaricación", añadió. El martes pasado, fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras aseguraron que esa propuesta existe por escrito. Frente a esa supuesta alternativa de una autovía incompleta, la Xunta optó por "hacer una autovía en toda su extensión", dijo el presidente.
La ex conselleira de Política Territorial María José Caride salió al paso de las acusaciones de Feijóo. Así, negó que aceptara o estuviera en ninguna negociación con Ferrovial para cambiar las condiciones del contrato. "Sólo recibimos una propuesta de reequilibrio económico unos días antes de abandonar la consellería, y se la dejamos para el PP", afirmó. Caride lamentó que los técnicos de la mesa de contratación en los que ahora se escuda Feijóo "son los mismos que él llevó a los juzgados" por el caso del Barbanza.
El secretario general de los socialistas, Pachi Vázquez, continuó ayer pidiendo explicaciones sobre el sobrecoste de la autovía, y apuntó que entre las empresas de la unión temporal que finalmente será seleccionada hay algunas "muy vinculadas al PP". La nueva adjudicación será "probablemente", acusó, "el pelotazo del siglo", y advirtió de que los primeros datos que están llegando a su partido "apuntan a que hay empresas implicadas, muy vinculadas con el PP". "Vamos a dejarlo ahí, el partido va a ir dando explicaciones", resolvió el líder socialista, antes de vaticinar que será "un tema de muy largo recorrido".
Además, el secretario general del PSdeG aseguró que su formación "no agotará ninguna vía para defender el dinero de los gallegos" y advirtió al presidente de la Xunta de que "poner el ventilador ya se acabó, porque ya no da resultado" esa técnica. "Ahora, tiene un problema grave y no puede desaparecer, porque todo apunta a que casi 400 millones no están donde tenían que estar", incidió para reclamar "explicaciones" al presidente autonómico.
Red Madre y el aborto
La pregunta era concisa. Si cree el presidente que una asociación como Red Madre, que sostiene que abortar rompe parejas y provoca daños irreversibles, puede tutelar los centros de apoyo a las embarazadas que contempla la ley aprobada este martes por el Parlamento. Alberto Núñez Feijóo desvió el tiro. Sin hacer una sola mención a la organización ultracatólica que coordinó la recogida de firmas que dio lugar a la iniciativa legislativa popular, el presidente de la Xunta dedicó su respuesta a la oposición.
Así, Feijóo aseguró que entiende que socialistas y nacionalistas apoyen el aborto, pero se declaró "sorprendido" por el hecho de que "no apoyen" a todas aquellas mujeres que quieren seguir adelante con el embarazo.
Feijó añadió que "los extremos nunca son buenos en una discusión". Aunque no lo aclaró, su observación iba dirigida a los incidentes que se registraron en el pleno del pasado martes, en el que fueron desalojadas varias feministas por corear consignas en la Cámara, y no a la asociación que impulsó la ley, integrada en el Foro de la Familia.
El presidente abogó por "poner un poco de sentido común" en el debate, y señaló que quien dice que apoyar a una mujer que quiere tener un hijo es una "injusticia" incurre en "un absurdo jurídico y ético". "Dejen defender la opción de las mujeres que quieren tener hijos", reivindicó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.