"De no ser futbolista, soldado"

Abédi Pelé (Domé; 45 años) ganó una Copa de selecciones de África con Ghana, y dos Ligas francesas y una Copa de Europa con el Olympique de Marsella. Su legado a comienzos de los noventa convirtió al centrocampista zurdo en uno de los primeros iconos del continente, que le reconoció con tres Balones de Oro consecutivos entre 1991 y 1993. "Fue mi respuesta a los adjetivos que tuve que escuchar en algunos vestuarios, como 'vuelve a tu país, sucio negro", explica el ex jugador ghanés, cuyo país se juega esta noche frente a Alemania la clasificación para la siguiente fase.

Pregunta. Su nombre no suena nada natural, sino más bien artificial, como el de una estrella del rock.

Respuesta. Bueno, es un apodo que me gustaba mucho, tanto que terminó apareciendo en mi carné de identidad. Con él pretendía rendir homenaje al más grande, el Pelé de verdad, el brasileño, ¿sabe?

P. ¿Le gustaría haber nacido en ese país, bailar samba, jugar en Maracaná y esas cosas?

R. Me siento más orgulloso que nunca de ser de donde soy, y más ahora que vamos a cumplir el 50º aniversario de la independencia, ¡como media África! Eso no quita que me guste Brasil, porque la historia siempre tiene su peso en los Mundiales, más de los que la gente podría pensar. Solamente ellos han ganado fuera de su continente, en Suecia 1958 y Japón y Corea 2002, y partiendo de esa base en teoría ya ha llegado la hora de África. Los cuartos de final de Camerún en Italia 1990 ya quedan muy lejos... Es la hora de que , si este continente es el futuro del fútbol, dé un salto adelante y al menos alguno de sus representantes llegue a las semifinales. Veremos... Se suponía que este sería el Mundial del despertar africano. Durante años nos han criticado por nuestra desorganización y lo indisciplinados que son nuestros equipos en el campo con razón. Poco a poco hemos aprendido de nuestros errores, cada vez más los futbolistas de esta tierra son mejores tácticamente y el aumento de las escuelas, algo que antes era un lujo, ha aumentado el nivel técnico.

P. ¿Siente que le falta algo al no haber disputado ningún Mundial?

R. Como otros grandes futbolistas, me viene a la memoria el liberiano George Weah, que tampoco tuvo la posibilidad de disputar una Copa del Mundo. Bueno, son cosas de la vida, esto es un deporte de equipo, pero de alguna manera me vengará mi hijo André. Como yo, debutó a los 17 años con la selección, ha pasado por el Marsella... Me siento muy orgulloso de ser su padre, fue uno de los campeones del Mundial sub 20 de octubre con una actuación digna de la familia. A ver si Ghana supera los octavos de final del debut en el Mundial de Alemania. Entonces nos eliminó Brasil, ¡quién si no! Me da envidia sana ver a Gyan jugando... Si está bien tenemos muchas opciones de hacer algo importante. La gente olvida que somos los actuales subcampeones de la Copa de África.

P. Que usted ganó en 1982.

R. Le ganamos al anfitrión, Libia, en la final, en un partido durísimo que se celebró en Trípoli. Después de empatar a un gol se decidió en la tanda de penaltis por 7-6. Fue nuestro cuarto título y yo lo viví como algo imposible de creer. A fin de cuentas solo tenía 17 años. Jugué otros tantos con las Estrellas Negras hasta que me retiré en 1999 como el capitán, tras haber marcado 33 goles desde mi posición... Fue mi forma de contribuir al país. Si no hubiera sido futbolista me habría hecho soldado. Ahora hay muchos jóvenes en el primer equipo, en parte por las lesiones. Muchos entrenadores se habrían lamentado por su mala suerte, pero Milovan [Rajevac] apostó por la juventud, incluidos 10 jugadores de menos de 21 años. Su política está dando unos buenos resultados. Espero que sea una señal de los tiempos por venir.