Asuntos pendientes sobre las cajas
El PSOE confía en un SIP andaluz y espera que los presidentes de las entidades muevan ficha - El PP descarta una "guerra de guerrillas"
Los socialistas llevan 10 años y cinco meses acariciando el sueño de crear una gran caja en la comunidad, sin que por ahora esa aspiración se haya visto satisfecha. Los planes de la Junta se han ido desmoronando, si bien el mapa financiero andaluz ha ido hacia un proceso de concentración de manera que a principios de esta década había seis cajas y ahora cuatro. Una de ellas, Cajasur, está intervenida por el Banco de España y no se sabe en manos de quién caerá.
En este tiempo, el Gobierno socialista ha diseñado planes tan cambiantes como el tiempo: de la caja única, a la gran caja; de oponerse a la fusión de las dos sevillanas a promocionarla; de diseñar dos centros financieros potentes (Unicaja y Cajasol) a retomar la unión de estas dos entidades. Mientras tanto, en el resto de las comunidades, las entidades están formando un gran puzzle -con dos grandes constelaciones, Caja Madrid y La Caixa- sin que las andaluzas hayan encontrado todavía su hueco.
Fuentes políticas y del sector piden más decisión y menos titulares
CajaGranada dará otro paso en julio en su 'fusión fría' fuera de Andalucía
Por remontarnos solo al comienzo de esta legislatura, tras las elecciones de marzo de 2008, la apuesta de los gobernantes socialistas -con el actual presidente de la Junta, José Antonio Griñán, al frente de la vicepresidencia económica- pasaba por impulsar una fusión a cuatro bandas entre Unicaja, Cajasol, CajaGranada y Caja de Jaén, dejando a su suerte a Cajasur, controlada por la Iglesia católica. Nada de esto ha salido y eso que incluso se manejaron plazos para que en verano de 2009 se firmara un protocolo de fusión entre ellas.
La situación actual es la siguiente: Unicaja ha engullido a Caja de Jaén; Cajasol ha hecho lo mismo con Caja Guadalajara; CajaGranada ha buscado más solvencia y liquidez fuera de Andalucía y Cajasur está a la espera de destino. Unicaja y Cajasol han mostrado su disposición a comprar la entidad cordobesa. Lo que vaya a pasar con esta venta, en la que pujan otras entidades, nadie lo sabe. Las cajas que presiden Braulio Medel y Antonio Pulido, cuyas diferencias son públicas y notorias, pueden presentar una oferta conjunta, algo que al PSOE le encantaría, pero esta posibilidad no la confirman en ninguna de las dos entidades. Según el FROB, la incógnita de Cajasur estará despejada la primera quincena de julio.
¿Qué es lo que pretenden ahora los socialistas? Según varias fuentes, que sean Medel y Pulido los que atraigan al presidente de CajaGranada, Antonio Jara, a la creación de un Sistema de Protección Institucional (SIP) o fusión fría. Pero varios interlocutores políticos y del sector financiero ya no se creen nada y reclaman mayor decisión: "No hay un proyecto serio encima de la mesa", "estas cosas hay que plantearlas con seriedad", "papeles no hay, sino titulares de prensa", "esto requiere más que conversaciones", "hay que ir más allá de la voluntad". Mientras tanto el reloj corre. CajaGranada sigue trabajando en su proyecto y tiene previsto convocar su consejo de administración en julio para aprobar el contrato de su fusión fría con Caja Murcia, Caixa Penedès y Sa Nostra y en septiembre lo llevará a la asamblea para su ratificación. A partir de ese momento la Consejería de Economía emitirá un dictamen a favor o en contra del SIP. ¿Puede CajaGranada bajarse del tren de esta unión? Sí, pero antes quiere saber en qué otro se puede subir y a estas alturas no lo sabe. Fuentes de la entidad niegan que existan presiones por parte del Gobierno andaluz para que deshaga lo hecho y comparan el disgusto del Ejecutivo a un malestar pasajero y familiar: "Esto es como la madre a la que no le gusta el novio con el que se va a casar su hija. No por eso te va a echar de casa". En la misma situación de expectativa está el PP. Se encuentra a la espera de que le comuniquen cuál es la hoja de ruta. La interlocución entre los números dos del PSOE, Rafael Velasco, y del PP, Antonio Sanz, es fluida y constante, aunque aún no se ha previsto una cita entre Griñán y Javier Arenas, quien sí ha hablado con los presidentes de las cajas. Fuentes del PP descartan de manera tajante que vayan a utilizar esta cuestión para desgastar a su adversario como hicieron cuando la fusión de las dos cajas sevillanas, una operación que sacudió la silla del presidente Manuel Chaves. "No estamos en una guerra de guerrillas, entre otras cosas porque creemos que podemos ganar las elecciones y a nosotros también nos interesa contar con entidades andaluzas fuertes", aseguraron fuentes del PP. Velasco se cree esta versión, pero otros socialistas desconfían profundamente de todo lo que esté dirigido por Arenas.
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