Escuela de ciudadanía
Cientos de antiguos guardias civiles auxiliares de todo el país se han movilizado reclamando un hueco en la historia del instituto armado. En 1982 salía publicada, en EL PAÍS, la primera referencia en prensa sobre la creación de esta figura. Fueron más de 20.000 ciudadanos los que, sirviendo como guardias civiles auxiliares, aportaron, además de juventud, ilusión y pasión por la Guardia Civil, un importante refuerzo en recursos humanos.
La figura se creó como una modalidad de voluntariado especial, cuyo ingreso era precedido de pruebas selectivas y un curso de tres meses en la Academia de la Guardia Civil. Íbamos destinados a distintas unidades: puestos rurales, tráfico, unidades móviles, codo con codo con los profesionales. Solicitamos al director general de la Policía y de la Guardia Civil la creación de un distintivo que reconozca nuestro paso por la Guardia Civil, tanto para los miles que actualmente siguen como guardias civiles, como para los que ya no estamos en el cuerpo y entre los cuales hay reservistas voluntarios, policías nacionales, autonómicos, locales, así como bomberos, personal civil, etcétera.
Quisimos servir voluntariamente a España en unos años en que el cuerpo era continuamente azotado por el terrorismo y, hoy, nos seguimos sintiendo orgullosos de ello. Para todos nosotros, la Guardia Civil fue una auténtica escuela de ciudadanía.