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Detenidos los dueños de una residencia por maltratar a 14 ancianos en Sevilla

La pareja carecía de licencia y medicó a los pacientes sin control sanitario

Javier Martín-Arroyo

La Guardia Civil ha detenido a dos personas por maltratar supuestamente a 14 ancianos que vivían en la residencia que regentaban en La Rinconada, un municipio a las afueras de Sevilla. La operación Yayo se precipitó el pasado martes tras constatar los agentes que la pareja, formada por M. R. S., de 59 años, y R. B. N., estaba medicando a una anciana enferma "sin ningún tipo de control sanitario", informó ayer la Guardia Civil. Ante la posibilidad de que su salud pudiera empeorar, los agentes decidieron intervenir y solicitaron al juzgado de guardia de Carmona el registro de la residencia.

Los ancianos padecían una falta de cuidados higiénicos-sanitarios, una mala alimentación sin control nutricional, un tratamiento médico inadecuado y un trato abusivo por parte de la pareja detenida, que carecía de permisos para la residencia. La piscina contaba sin la protección adecuada, muchas habitaciones tenían humedades y disponían de calentadores de butano con escaso control. "Los ancianos eran tratados como cosas y no como personas. Sufrían un control económico irregular y un tratamiento médico inadecuado con administración abusiva de fármacos", indicó el instituto armado.

"Eran tratados como cosas y no como personas" subraya la Guardia Civil

Los agentes encontraron a un anciano durmiendo en el garaje cuando intervinieron en la residencia sevillana. Una llamada anónima alertó a la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, cuyos inspectores informaron a la fiscalía encargada de las personas con discapacidad y ésta delegó la investigación a la Guardia Civil.

Tras la intervención en la residencia, los ancianos fueron realojados el pasado martes en las residencias públicas de Montequinto y Heliópolis, y el Hospital Macarena de Sevilla, después de comprobar los agentes y varios inspectores las carencias del centro. Al mediodía de ayer sólo un perro vigilaba el chalé donde los ancianos vivían hasta el pasado martes. "Los ancianos solían hablar bien de los dueños de la residencia. Nunca contaron nada malo", informó Europa Press.

La llamada telefónica anónima que desencadenó esta operación fue dirigida al número de atención a las personas mayores de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social. Durante el año pasado este número recibió un total de 5.322 llamadas, de las cuales 1.269 (el 24%) denunciaron situaciones de presuntos malos tratos, 238 más que en 2008. En Sevilla se recibieron la mayoría de las llamadas para denunciar situaciones irregulares (475), mientras que otras provincias como Málaga y Cádiz contaron con 207 y 152 denuncias.

Las situaciones denunciadas por los ciudadanos varían entre las negligencias o abandonos de personas mayores en su domicilio (627) y por malos tratos físicos o psicológicos (433). Además, hubo otras por falta de atención o situación de maltrato en instituciones privadas (142), como el caso de esta residencia.

El perfil medio de la persona mayor que sufre maltrato es el de una mujer, viuda, con alrededor de 75 años, que padece alguna enfermedad crónica o demencia, depende de su cuidador y que, en la mayoría de los casos sufre un aislamiento social, informó la Consejería en un comunicado. Mientras, el perfil del presunto maltratador suele ser familiar de la persona mayor, depende económicamente de la víctima, tiene antecedentes de violencia doméstica y sufre algún tipo de drogodependencia.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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