Al gobernador le salen las cuentas
De las 45 cajas, 34 ya están metidas en 11 integraciones. Al final, quedarán en torno a 15
El gobernador está contento. Esta semana, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) no podía disimular su buen estado de ánimo. Había presentado el plan para elevar las provisiones de las cajas de ahorros y se había desatascado la reconversión del sector tras superar escollos políticos. Además, el Congreso aprobó, aunque sea por la mínima, las medidas de ajuste propuestas por el Gobierno, que él considera fundamental para sacar adelante otras reformas.
Las tres cosas -se supone que algunas más- preocupan mucho a MAFO; pero la reestructuración de las cajas le obliga a pararse con calma en este apartado porque lleva casi dos años con ella a cuestas. Y no quiere llegar al final de su mandato, dentro de otros dos años, sin haberla terminado. Desde luego, piensa que mucho antes, el 30 de junio, cuando acaba el plazo del FROB (si no se prolonga), ya se habrá encauzado. Quedarán flecos y habrá que corregir errores; pero con eso cuenta.
En estos momentos han entrado en el proceso de reestructuración, de una u otra forma, 34 de las 45 cajas de ahorros existentes, y esas 34 se quedarían en 11. Es decir, una media de una por tres. Eso es lo que parece que a MAFO le llena de satisfacción, mientras espera que, en el mes que queda hasta el 30 de junio, se produzcan las nuevas operaciones que dejen el sector en torno a 15 cajas.
El resto busca soluciones para no quedarse descolgadas. O se las están buscando, caso de la intervenida Caja Sur tras rechazar la Iglesia la opción de Unicaja, que todavía tiene oportunidad vía subasta. Al final, la reconversión, y es de lo que se trata, dará lugar a entidades con más músculo financiero y mejor dotadas ante el futuro.
Una de las cosas que también destaca MAFO es que los dos principales partidos hayan estado de acuerdo en abordar la reestructuración y ayudar a retirar dificultades en las comunidades autónomas, superando el doble discurso de los barones -de uno u otro partido-, diciendo una cosa en Madrid y otra en su tierra. Los últimos acuerdos demuestran, sin embargo, que parecen salvados los obstáculos que ponían los políticos para abordar las fusiones.
Salvo algunos casos. Por ejemplo, el gallego, donde parece que el Gobierno de la Xunta que preside Alberto Núñez Feijóo se empeñó en una integración de las dos cajas para no perder la identidad contra el criterio del BE y de alguno de los protagonistas. En el sector, no obstante, se pone en duda la pervivencia de la integración de las dos cajas gallegas por las exigencias de venta de activos y los recortes a que obliga la evidente redundancia que supone, y no se aventura mucho sobre las castellanoleonesas.
Ante ello, más de una de las cajas grandes está con la caña preparada. Ninguna quiere aparentar nervios ante los cambios del ranking, pero en el fondo tampoco quieren perder puestos. Y, en ese sentido, todos se preguntan qué van a hacer entidades como Caja Madrid, que ha visto cómo Caixa Galicia y la CAM han preferido caminar por otras sendas, o Bancaja, tercera en discordia, que se mantiene sola, pero con la mira girando a uno y otro lado.
Hay quien apunta a una gran operación entre las dos, lo que sobrepasaría a La Caixa; pero es difícil de admitir que la Generalitat valenciana permita que su comunidad se quede sin entidad de referencia después de que la CAM se haya puesto en manos de Cajastur. En eso coinciden Francisco Camps y el líder socialista valenciano Jorge Alarte. No hay que olvidar que en Bancaja se integra el Banco de Valencia, una ficha bancaria que podría ser determinante en todo este proceso.
Parece que la llegada de Isidro Fainé a la CECA ha servido para dar el impulso que se necesitaba. Y se demuestra que, a la hora de la verdad, las dos grandes han echado una mano. La Caixa se quedará con una descolgada Caixa Gerona y la caja que preside Rodrigo Rato, ha recogido cinco en tierra de nadie (Segovia, Ávila, Laietana, Insular y Rioja), que van sumando para satisfaccción de MAFO. Pero eso no quita para dar otros pasos.
Coincidencias con el ex subgobernador Viñals
El acelerón que el Banco de España ha dado a la reordenación de las cajas coincide con la recomendación lanzada por el FMI sobre el sector. José Viñals, consejero financiero del FMI, lo subrayó el martes en una esclarecedora conferencia en la cátedra La Caixa de Economía y Sociedad. El ex subgobernador del BE, con Miguel Ángel Fernández Ordóñez, señaló que el sector necesita más capital y más provisiones. Un día después, el BE publicaba la circular que le hacía caso. La coincidencia del BE y el FMI también es plena en otros puntos. Por ejemplo, en la necesidad de abordar reformas estructurales, principalmente la reforma laboral, y mejorar la disciplina presupuestaria, así como extraer lecciones de la crisis para reformular los marcos de la política económica y financiera. "Hay que recuperar el tiempo perdido", dijo Viñals, que, lejos de tranquilizar, dejó absortos a los más de un centenar de asistentes cuando dijo que el mundo estuvo al borde del colapso a principios de este mes por la crisis generada en Grecia y que entrábamos en una segunda fase.
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