Civera y la poética de lo femenino

La obra pictórica de Victoria Civera refleja la continua búsqueda de la artista valenciana de una poética diferenciada que manifiesta su "condición femenina" como proyección de sí misma en cuanto a su condición de mujer, algo que plasma combinando los "dos mundos" de su conciencia, lo vivido y lo soñado, lo figurativo y lo abstracto. Victoria Civera (Puerto de Sagunto, 1955) vuelca en sus trabajos sus sentimientos, emociones y experiencias vitales, confiriéndoles una gran expresividad y una fuerte tensión emocional, con la figura femenina ocupando un permanente primer plano.

El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga (CAC) revisa, desde ayer hasta el 29 de agosto, los últimos 10 años de creación pictórica de Civera a través de medio centenar de obras, la mayoría de gran formato, que componen la exposición Atando el cielo.

'Atando el cielo' es la primera muestra de una artista española en el CAC

La mujer sobre la que reflexiona Civera es diferente en cada obra. En unas aparece como objeto de deseo -Túnel eterno (2001)-, en otras lo hace en soledad o cargada de melancolía -Perdida (2008)-; pero siempre representada como un ser poderoso, valiente, desafiante y decidido, dispuesta a abandonar el marco de lo establecido, tal y como sucede en Saliendo del paisaje (2000).

Atando el cielo es una selección de pinturas realizadas en diferentes formatos y una afirmación de los roles de la mujer de hoy en la sociedad y en su intimidad. En muchas de ellas recurre a la poderosa capacidad evocadora del círculo, símbolo fundamental de su obra, tanto desde un punto de vista conceptual como formal. Ejemplos de ello son Cataplaf (2006), Madre Norte (2009) o Anda y pasa (2006).

"El círculo es una metáfora de lo que todos llevamos dentro. Un espejo en el que te miras, pero no te reconoces del todo, que asusta y seduce a la vez", señaló Civera sobre este elemento recurrente en su obra.

El director del CAC Málaga y comisario de la exposición, Fernando Francés, señaló que en esta exposición se ha querido "dar una vuelta de tuerca" a la manera de presentar la obra de Victoria Civera. "Hemos obviado la instalación, el dibujo y la escultura para centrarnos en sus pinturas", precisa. Esta faceta ilustra dos de las claves de la producción de la artista: la memoria y la casualidad. "Siempre retorna a la pintura, ya que quizás sea en la pintura donde ella mejor manifiesta, representa y reflexiona, sobre alguna de las claves de su trabajo y pensamiento", dijo Francés, que calificó a Civera como "la mejor pintora española del momento" y quien se felicitó porque sea ella la primera artista española que expone en el CAC Málaga.

Sobre la obra pictórica de la valenciana, Francés apuntó que "no hay especulación, sólo honestidad, una permanente vocación de entroncar con la verdad, con la pasión de la aventura de la vida, que en su caso es una forma de sentir y de amar".

"La soledad, la quietud, el movimiento, la fantasía y el silencio. Sobre todo eso trata mi pintura", añadió Civera, quien explicó que el título de Atando el cielo significa la "imposibilidad de atar, de coger el universo, la vida, el arte, las personas o a todo en general".