El Consell de Cultura es incapaz de ponerse de acuerdo sobre las fallas

El pleno del Consell Valencià de Cultura (CVC) se ha mostrado incapaz, tras más de un año de trabajo en la Comisión de Promoción, de consensuar un informe sobre las Fallas. El documento elaborado tras múltiples consultas y reuniones con expertos y colectivos afectados, que ayer resumió Manuel Sanchis-Guarner, llegaba a algunas conclusiones que ayer produjeron fricciones en el pleno de la institución. Y finalmente fue rechazado (ocho votos contra cinco y tres abstenciones). Ni siquiera se devolvió a la comisión para eliminar, matizar o consensuar los puntos más conflictivos.

Así, el informe proponía reducir, mediante fusiones, el número de comisiones falleras para impactar menos en la vida cotidiana de los vecinos. Unas molestias de las que, según Sanchis-Guarner, son conscientes las propias comisiones consultadas. También apostaba por moderar el tamaño y el gasto de los monumentos de un evento que "cada vez es más fiesta y menos fallas". Que se volviese a los orígenes de la fiesta, donde primaba más el componente crítico que el estético. Y que se trataran de "controlar ciertos elementos añadidos superfluos", como los macroconciertos. El informe también veía como un problema que en los monumentos "no haya renovación estética desde hace 80 años". Y se apostaba por condicionar las subvenciones a las fallas cuyos materiales respetaran el medio ambiente. También hablaba de que se han cuantificado los beneficios económicos de las fallas pero no los perjuicios que ocasiona el caos en la ciudad durante una semana.

El documento proponía reducir comisiones y controlar el gasto

El informe generó muchas críticas, sobre todo de Ricardo Bellveser, que lo calificó de "una broma progre". Y lo resumió en que las Fallas son molestas y provocan contaminación acústica, lumínica y medioambiental. Ramón de Soto habló de una "definición elitista y despectiva" de la estética fallera pues "desprecia la fiesta sin tener en cuenta su aspecto fundamental de catarsis". Por su parte, Carmen Morenilla, cuestionó menciones de algunos autores que hablan de estética "kitsch" o de "exaltación de orgullo fallero" en la Ofrenda.

Por otra parte, el Consell de Cultura citará a las asociaciones de vecinos de El Cabanyal, al Ayuntamiento de Valencia y a varios arquitectos, entre otras instituciones y colectivos, para analizar la polémica sobre la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez a costa de atravesar la trama del barrio marinero, declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Una polémica que enfrenta a Generalitat y consistorio con el Ministerio de Cultura, contrario al plan.

Así, en principio, la comisión solicitará la comparecencia, sin que eso impida en el futuro "invitar a más personas o entidades", a las dos asociaciones de vecinos de El Cabanyal "que manifiestan opiniones encontradas", a la Federación de Asociaciones de Vecinos de Valencia, al Colegio de Arquitectos de Valencia, al Ayuntamiento y a los arquitectos Alejandro Escribano (redactor del Plan General) y José María Tomás Llavador (asesor del proyecto).

El CVC rechazó un informe sobre el acceso de los escolares a las tecnologías de la información, sobre el Plan Escola 2.0 que instaba a Gobierno y Consell a llegar a un acuerdo sobre sus proyectos.