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Reportaje:Empresas & sectores

Clínica Baviera recupera la visión

Tras dos años difíciles, el grupo oftalmológico retoma el crecimiento e impulsa planes de expansión con los ojos puestos en la recuperación de su valor en Bolsa

No está claro que la salud prime sobre el dinero. Que lo digan las empresas de sanidad privada, que han sufrido la crisis y la bajada del consumo doméstico igual que otros sectores. Es el caso del grupo Clínica Baviera, que, tras 12 años de crecimiento fulgurante e ininterrumpido, vio cómo su cifra de negocio se recortaba un 5,4% en 2009 (de 88 a 83 millones de euros), de resultas de la mala situación económica, forzándolo a frenar su política de expansión.

El retroceso sufrido por el grupo, que no empezó el año pasado (los beneficios bajaron de 12,7 millones en 2006 a solo 1,9 millones en 2009) y que ha provocado el desplome del valor en Bolsa, parece, sin embargo, a punto de solución. En un solo trimestre, el primero de 2010, Clínica Baviera ha ganado más que en todo 2009 (2,3 millones) y ha visto repuntar su facturación un 6,2%.

Su beneficio cayó de 12,7 millones de euros en 2006 a 1,9 millones en 2009
Aspira a mejorar su tamaño y cotización tras sus resultados en el primer trimestre

Hay condiciones para que la empresa, fundada por un prestigioso oftalmólogo valenciano, Julio Baviera, en 1995, vuelva a retomar sus ambiciosos proyectos de expansión, que, de no haber mediado la recesión, la hubieran situado con una red de más de cien clínicas (hoy posee 69). "Creo que vamos a poder doblar nuestro tamaño en cinco o seis años", dice su consejero delegado, Eduardo Baviera, hermano del fundador.

Algo que los accionistas, que han visto perder las dos terceras partes del valor de la empresa desde su salida a Bolsa en abril de 2007, necesitan como agua de mayo. Calificada como uno de esos "milagros" de alto crecimiento, el grupo empezó a ralentizar su dinamismo tras la OPV. Tras pasar de 22 millones de facturación en 2000 a 78,3 en 2007 (un 291% más), en función del crecimiento orgánico, de la compra de empresas en España y en el extranjero y un modelo de negocio innovador, en 2009 Clínica Baviera no superaba los 83 millones (un 6,4% más).

¿Cuál es la idea para retomar el empuje demostrado años atrás? "Nos centraremos", explica el consejero delegado, "en tres ejes, las nuevas oportunidades en servicios oftalmológicos, nuestra red en el exterior y la división de obesidad y estética". En oftalmología, el crecimiento vendrá, sin embargo, más de la presbicia, o vista cansada, la que va a generar ahora las oportunidades de crecimiento, que de las operaciones de miopía refractiva. Esta, que según Baviera fue la "gran pata de crecimiento", ha alcanzado cierta madurez. Se calcula que en España hay ocho millones de miopes susceptibles de ser operados: sin embargo, hasta ahora se han operado apenas un 10%. La crisis, que ha recortado la predisposición a enfrentarse al láser, ha afectado a este mercado. Seguro que volverá a repuntar, pero más lentamente.

Mejores posibilidades, pues, ofrece la cirugía de la presbicia -y la de las cataratas-, en la que se estaría viviendo, apunta Baviera "una nueva revolución, que se inició en 2005". Es un mercado masivo que afecta "a la práctica totalidad de la población de más de 55 años y a buena parte de los de más de 45". Un segmento, además, con costes más elevados. Una operación de presbicia vale entre 3.500 y 4.000 euros, el doble de lo habitual en miopía.

El grupo oftalmológico tiene muchas esperanzas en su área internacional, que supone ya el 20% de su negocio y que creció un 27% entre enero y marzo. De hecho, las 14 clínicas de Baviera en Holanda, Alemania y Austria, producto de la compra de Care Vision en 2008, más las dos de Italia, han mantenido su pulso, algo que el consejero delegado atribuye a que "la etapa de popularización de las tecnologías oftalmológicas en esos países está en una fase más temprana que en España, lo que nos da más recorrido". Una menor popularización que se debería, prosigue, a que en el norte de Europa "la gente es más conservadora ante las novedades médicas, y la sanidad privada es menos habitual que en España".

También el área de obesidad y estética (Clínica Londres, adquirida en 2005), que ha sufrido la crisis con más contundencia (debido a su carácter de producto de consumo aplazable) será, según el plan de negocio del grupo, una de las vías de recuperación. De momento, este segmento, que representa el 16% de las ventas del grupo, creció un 20,8% en el primer trimestre. Para apoyar el impulso de la recuperación, el grupo acentuará sus actividades de promoción, como esas campañas de revisión de vista que ofrece habitualmente en asociación con empresas o ayuntamientos.

La empresa considera que se halla en óptimas condiciones para afrontar la nueva etapa. Las reducciones de beneficios no han dañado la estabilidad financiera del grupo, que, explica Baviera, "tiene un endeudamiento neto de solo siete millones". Un logro que ha sido posible porque se frenaron aperturas, se redujeron costes, se suspendió el pago de dividendos y se renegociaron los contratos de alquiler de las clínicas.

Queda por saber si todo esto impulsará, de verdad, el valor de su acción en Bolsa. Pese a que la empresa quita hierro a su mal comportamiento en el parqué, lo lógico es que busque una recuperación de su valor. La empresa cuenta en su capital, además de con la participación de la familia Baviera (19,8%), con un grupo de accionistas como la Corporación Alba (20,0%) o el

Grupo Zriser, de los Serratosa (10,0%), interesados en que la capitalización se acerque a los valores de 2007.

El recorrido de Clínica Baviera en Bolsa ha sido menos brillante de lo esperado. Desde que debutó en el mercado, en abril de 2007, con un precio de 23,5 euros, un 28% más que los 18,4 de la apertura, el valor no ha parado de bajar. En 2008 se hundía por debajo de los ocho euros, nivel en el que permanece estos días. De resultas de esto, Clínica Baviera, que valía casi 400 millones a finales de 2007, está hoy sobre los 130. Eduardo Baviera le quita hierro a este análisis: "Es cierto que la empresa bajó más que el mercado, pero ahora se comporta algo mejor".

En el sector se teme, teniendo en cuenta su recorrido, que la recuperación del valor resulte ardua. En parte por el carácter conservador de la empresa -a la que no le gustan las aventuras financieras-. Pero también por el endurecimiento del sector de oftalmología, cada vez más competitivo tras una auténtica avalancha de nuevas clínicas y centros e incluso grupos tan potentes como Vissum, que se ha hecho en pocos años con más de 30 clínicas en toda España. "No negamos", responde Baviera, "que ha habido muchos entrantes, pero también ha habido salientes. No creo que el entorno competitivo sea más duro ahora que en el año 2000". -

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