La Politécnica financiará sus grupos de excelencia a costa de los demás

Se acabó el café para todos. La Universidad Politécnica de Valencia introducirá cambios de calado en el modelo de asignación de recursos entre los investigadores para premiar a los grupos de excelencia en detrimento del resto. La decisión fue anunciada ayer por el rector Juan Juliá después de que el nuevo Comité Asesor Internacional le entregara las conclusiones de su primera reunión. El comité, un grupo de sabios representativo de las siete áreas de conocimiento que abarca la universidad, realizó "un crudo chequeo" de la institución, dijo Juliá, con el objetivo de reforzar sus estrategias de posicionamiento nacional e internacional. "Puede ser doloroso, pero es necesario", afirmó el químico Avelino Corma, miembro del comité. "La mediocridad contribuye a la mediocridad", declaró Luis Navarro, experto en biotecnología. El rector admitió que su decisión de no aspirar a un tercer mandato hace más fácil llevar adelante la reforma.

La universidad es muy potente en transferencia, pero aún no en ciencia

El dictamen advierte igualmente de que la Politécnica dispone de una enorme potencia en el terreno de transferencia de conocimiento (entre las primeras, si no la primera del Estado), pero que continúa lejos de los primeros puestos españoles (no digamos del mundo) en el campo de la producción científica. Ambas parcelas son necesarias para dar el salto de competitividad internacional, aseguró el venezolano Ignacio Rodríguez, profesor de la Universidad de Princeton (EE UU). Para llevar a cabo ese proceso es imprescindible implantar medidores adecuados de la actividad de transferencia, por un lado, y de la científica por otro, que hoy se calculan de la misma forma, lo que tiende a desanimar a los investigadores dedicados a la ciencia básica, señaló el catedrático de Informática José Duato.

Lo anterior no significa, subrayó Corma, que ciencia y transferencia deban separarse. Al contrario: lo mejor es que un mismo grupo trabaje en ambos planos. Los grupos de excelencia actuarán como "motores" de la Politécnica, prosiguió el director del Instituto de Tecnología Química, que deberá esforzarse por detectar las oportunidades de crecimiento. Y una vez localizadas, estar dispuesta a traer a gente de fuera que tenga voluntad de quedarse: "Eso requerirá recursos y generosidad por parte del resto de la comunidad universitaria", concluyó.

Concentrar las fuerzas en las parcelas con posibilidades reales de éxito, recordó Juliá, es el mensaje que el Gobierno está enviando a las universidades. Y está detrás de la misma concepción del programa de Campus de Excelencia Internacional.

José Duato afirmó que más que desatar la competencia dentro de la universidad, la clave reside en ofrecer incentivos para que los grupos de la Politécnica compitan mejor por los recursos externos. Fuera, y sobre todo en el sector privado, está el verdadero dinero. A pesar del poco gasto de las empresas valencianas en la materia y de la crisis, la Politécnica logró incrementar un 8,8% los ingresos por derechos reconocidos en I+D en 2009, informó Juliá.

El comité asesor lo completan el experto en Aeronáutica Amable Liñán; el arquitecto Francisco José Mangado, y el Premio Nacional de Artes Plásticas Antoni Muntadas (que faltó al acto de ayer). El grupo se reunirá al menos dos veces al año.