Espíritu de cigarrera

Alison Cooper, británica, de 44 años, madre de dos hijas, ha asumido esta semana el cargo de consejera delegada de la multinacional Imperial Tobacco Group, cuarta compañía tabaquera del mundo y propietaria de Altadis, su filial en España. Su reto no será fácil. Sustituye a un auténtico peso pesado de la industria, Gareth Davis, un ejecutivo con enorme prestigio y personalidad en el mundo de los negocios, que se jubila tras materializar con éxito la operación de la compra de Altadis.

Alison, que también desempeñó un papel fundamental en la adquisición de Altadis, pretende impulsar el legado de Davis a través de dos claras prioridades: una, cumplir los objetivos financieros del grupo, asegurando la remuneración a sus accionistas, y otra, potenciar un nuevo enfoque estratégico de ventas que arraigue en todas las áreas de la empresa. La nueva consejera delegada quiere que, al igual que los analistas e inversores conocen la compañía por su gestión de los costes y la tesorería, la valoren también por sus nuevas credenciales en el apartado de ventas.

Lleva 11 años en el grupo e influyó en la compra de la tabaquera Altadis

Fumadora social de cigarrillos y ocasional de cigarros habanos, reconoce que el tabaco es un producto de riesgo y puede contribuir a causar enfermedades, pero saca un espíritu de auténtica cigarrera, de mujer con marcado carácter, cuando se trata de opinar sobre la regulación del tabaco. De hecho, Imperial Tobacco acaba de emprender acciones legales contra el Gobierno británico como contestación a sus planes de prohibir la exhibición de productos de tabaco en las tiendas. Cooper aboga por una regulación razonable y proporcionada del tabaco y defiende la libertad de elección de las personas para ir a un lugar donde se pueda fumar o a otro libre de humo.

Alison Cooper ya llevó la voz cantante, ante la presencia de Gareth Davis, en la presentación de resultados económicos del primer semestre fiscal de Imperial Tobacco, realizada el pasado 27 de abril.

Consiguió pasar la prueba con buena nota. Es una persona que se sabe los datos internos de la empresa al dedillo y del sector tabaquero. Por ello, y a pesar de su edad, es considerada una verdadera experta del sector, tras más de una década en el grupo tabaquero. Alison Cooper dice que las advertencias gráficas sobre la salud en las cajetillas no añaden nada a la sensibilización pública, sin embargo, estigmatizan al fumador. -