Batacazo de Alonso

El Gran Premio de Mónaco comenzó de la mejor manera posible para Fernando Alonso, pero sólo un milagro le permitirá llevarse un buen recuerdo de esta edición de la prueba, una de las especiales del calendario. Habían transcurrido 20 minutos de la primera sesión de ayer cuando Alonso, que sólo había completado seis vueltas y encabezaba en ese momento la tabla de tiempos, abordó la zona de la subida, pasó por encima de un pequeño badén, pisó el freno de su Ferrari, bloqueó la rueda delantera izquierda, perdió el control del monoplaza, que se fue recto, y terminó empotrándolo contra la valla que protege la zona exterior de la curva a la izquierda que da acceso al casino de Montecarlo.

"Ha sido culpa mía. Quise hacer más de lo que permitían las condiciones"

La telemetría desveló que el impacto se produjo a 90 kilómetros por hora y que Alonso frenó tres metros antes de donde lo hizo el miércoles, en la vuelta que le sirvió para anotarse el mejor tiempo. Aun así, el choque dañó el chasis a la altura de los anclajes de las suspensiones, circunstancia que, con la reglamentación actual, que impide emplear más de un bastidor al día, le impidió tomar parte en la sesión de clasificación. Conclusión: Alonso arrancará hoy el último y desde el taller mientras que Mark Webber lo hará el primero tras anotarse su segunda pole consecutiva y la sexta de Red Bull, que las ha monopolizado este curso.

"Ha sido culpa mía. Quise hacer más de lo que permitían las condiciones. De todas formas, también he tenido mala suerte. A la velocidad a la que he chocado, el chasis sólo queda tocado una vez de 100", alegó el ovetense, que no acostumbra a cometer errores de bulto, pero que este año ya lleva tres. En Australia arrancó de forma calamitosa al pisar la línea blanca cuando la pista estaba empapada por la lluvia, en China se adelantó dos décimas de segundo en la salida y ayer se estampó contra el muro en un sitio muy poco común.

"Si pierdo el Mundial por pocos puntos, me acordaré de estos errores, pero, si lo gano, puede que este tipo de incidentes fortalezcan el vínculo con el equipo y nos permitan demostrar que somos los mejores", añadió Alonso, que no comenzaba una prueba desde la zona de garajes desde el Gra Premio de Alemania de 2001, cuando debutó al volante de un Minardi. Y matizó: "Me pasa como a un portero de fútbol. Puede hacer diez paradas en un partido, pero luego, como le metan un gol de córner directo, se la carga".

La intervención de Alonso transcurrió sin ningún tipo de tirantez hasta que se le preguntó si el hecho de pertenecer a Ferrari podía haberle presionado en exceso. Eso no le sentó bien: "Si después de diez años en la fórmula 1 aún tengo que demostrar que la presión no me afecta... Es mejor no contestar".