Rolling Stones vuelven del exilio

Pese a que algunos de sus miembros ya han alcanzado los 70, a la banda The Rolling Stones siempre les queda energía para apuntarse a una fiesta. Y así lo hicieron el pasado martes cuando el documental Stones in exile, que se estrena coincidiendo con la esperada reedición especial del disco Exile on Main Street, se presentó en el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York.

A la proyección privada de la película, que se presentará mañana en la NBC y el próximo 19 de mayo en el Festival de Cine de Cannes, acudieron Mick Jagger, Keith Richards y Charlie Watts, tres de los cuatro incombustibles Rolling Stones. Ellos son los protagonistas de una cinta que ahonda en la vida de fiesta, vicio, perdición y música en la que esta banda se sumergió -¿han salido de ese círculo alguna vez?- en 1971, cuando el fisco británico comenzó a perseguirles y para evadirlo decidieron instalarse en el sur de Francia. Allí, en el sótano de una maravillosa casa de campo francesa, fue donde unos jovencísimos Stones, entre fiesta y fiesta, compusieron el disco Exile on Main St., considerado por muchos la obra maestra de su carrera y del que el próximo día 18 sale una edición especial que incluye 10 temas compuestos entonces y hasta ahora desconocidos para sus seguidores.

Son una de las bandas de rock más veteranas del planeta, y una de las pocas que jamás se disolvió. Ellos se han mantenido firmes en la carretera desde que arrancaron allá por 1962. El documental ha levantado un gran interés y se espera que la banda al completo aparezca la próxima semana por la Croisette para su estreno. Pero mientras eso ocurre, el programa de variedades de Jimmy Fallon de la NBC está dedicando esta semana su programa diario a The Rolling Stones. Aparte de invitados como Green Day o Taj Mahal interpretando clásicos de la banda, Jimmy Fallon ha conseguido lo imposible: a Mick Jagger haciendo una parodia de la serie Perdidos titulada Late (tarde) en la que aparece interpretando al Desmond de la serie original cantando cada seis segundos en un armario "para evitar el fin del mundo". Desternillante e imprescindible.