Descalabro de Sauber

Justo cuando parecía haber dado un paso adelante espectacular, llegó la constatación de que la escudería Sauber es la que menos carreras concluye por la absoluta falta de fiabilidad de sus coches. Hasta ahora, tras cinco grandes premios, sus dos bólidos sólo han acabado dos carreras de las 10 posibles. La primera, en Australia, donde De la Rosa fue 12º tras haber luchado por los puntos. La segunda, ayer: Kobayashi, también 12º.

No fue un buen día para Peter Sauber, que comienza a desesperarse. De la Rosa se había encallado ya y su 12ª posición acabó siendo su cruz porque sufrió un incidente con Buemi que le costó el abandono. "Fue fortuito", reconoció; "lances que ocurren a menudo. Alguien me tocó por detrás

y me causó un pinchazo en una rueda. Entré a cambiar los neumáticos, pero luego descubrí que los daños eran más profundos y afectaban a toda la parte trasera. El coche era inconducible. Tuve que abandonar". Eso ocurrió en la 20ª vuelta. De la Rosa no pudo demostrar hasta dónde podía ayudarle la última mejora del coche y la incorporación del conducto F.

En Montmeló, Sauber parecía en mejores condiciones que Toro Rosso. Sin embargo, a la hora de la verdad, Alguersuari volteó la situación. Realizó una salida espectacular, adelantó a seis coches, se colocó noveno y fue defendiéndose en los puntos hasta el primer repostaje: "Allí se bloqueó una pistola y pasé a ser 12º". Después, al doblar a Chandhok, realizó una maniobra brusca, arrancó el alerón delantero del piloto de Hispania, y fue sancionado con entrar y salir del taller: "Fue injusto. Perdí la posibilidad de ser noveno. Pero el accidente de Hamilton me concedió un punto, que valoro más que cualquier otra cosa". Alguersuari había logrado los dos primeros en Malaisia. Ayer sumó el tercero en casa.