"Sin precios justos, no hay futuro en el campo"

Agustín Rodríguez (Baeza, Jaén, 1961) ha sido reelegido este fin de semana secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Andalucía, cargo al que accedió en 2003. Este olivarero, afiliado a la UPA desde poco después de su constitución en 1988, destaca que la organización representa al 95% de las pequeñas y medianas explotaciones agrarias y ganaderas, que son la base de la agricultura familiar y el cooperativismo.

El congreso regional de la UPA se ha celebrado bajo el lema Precios justos para nuestros productos. Por una regulación del mercado, toda una declaración de intenciones de la que es la principal reivindicación de esta organización en un escenario marcado por la crisis casi endémica que vive el campo andaluz. "El poder abusivo ejercido por la gran distribución ha convertido el mercado en un oligopolio en el que los agricultores y los ganaderos han sido los más perjudicados, llegando a percibir precios por debajo de los costes de producción", sostiene Rodríguez. Y advierte: "Sin precios justos, no hay futuro para el campo".

"La ley de Aguas acabará con los privilegios de unos pocos" "Se deben impulsar políticas que garanticen el relevo generacional"

"Se deben impulsar políticas que garanticen el relevo generacional"

La concentración de la oferta es, a juicio del dirigente de UPA, la mejor manera de cambiar la situación. "Es cierto que urgen reformas de la Ley de la Interprofesional o de la Competencia, pero al mismo tiempo hay que crear estructuras comerciales fuertes". Un informe de Eurostat indica que en el periodo 1997-2006, los precios agrícolas en origen subieron un 21% y los de precios finales, un 42%, algo que coincide con la expansión de la gran distribución en este periodo. "Tenemos una agroindustria con un 100% de capital andaluz, pero en el último eslabón, en la distribución, no tocamos bola, y estamos en manos de grandes multinacionales francesas o alemanas, y eso no puede seguir así", recalca Rodríguez.

En esa línea, UPA ha impulsado la creación de Interóleo Picual Jaén SA, que concentra ya el 5% de la producción de aceite de oliva a nivel nacional. Precisamente, la elaboración de la Ley del Olivar es la herramienta con la que el Gobierno andaluz espera corregir el atomizado sector oleícola andaluz. "La Ley no es la solución del problema, pero puede ser un poderoso instrumento para garantizar la población en los más de 300 pueblos andaluces en los que está implantado este cultivo milenario, el olivar tradicional, que debe ser el objetivo de esta norma y no el de las nuevas plantaciones".

Buena parte de la agricultura andaluza depende de las ayudas europeas, y Andalucía está intentando fijar una posición conjunta ante la nueva Política Agraria Comunitaria (PAC) de 2013. "La reforma tiene que girar sobre la base del modelo actual, mejorándolo, techando las ayudas, y regulando los mercados". Ahora bien, admite que "el campo necesita un cambio de mentalidad", pero también la Administración, añade, "debe impulsar políticas que garanticen el relevo generacional".

Agustín Rodríguez es también vicepresidente de la Asociación de Regantes Areda, que ha irrumpido con fuerza en un sector marcado por los continuos enfrentamientos por las concesiones. De ahí que la futura ley de Aguas se aguarde con expectación. "La ley acabará con los privilegios de unos pocos, los de siempre, y contribuirá a una mayor cohesión territorial".