Los trabajadores de Bonxe intervinieron dos móviles a presos
Los representantes sindicales del Centro Penitenciario de Bonxe, en Lugo, reconocen en un comunicado que se intervinieron dos teléfonos móviles en el recinto penitenciario, pero niegan que hubiera existido ningún trato de favor hacia internos vinculados a la Operación Carioca, que desmanteló una supuesta mafia de tráfico de mujeres, blanqueo de dinero, amenazas y narcotráfico. Los portavoces de los funcionarios de la prisión salen así al paso de las informaciones que se publican estos días acerca de una investigación que lleva a cabo el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, con la que trata de esclarecer si a encargados de clubes precintados por el caso Carioca se les facilitó comunicarse con el exterior para amenazar a testigos protegidas.
En el comunicado conjunto, todos los sindicatos (ACAIP, APFP, CSIF y UGT) admiten que el pasado 30 de abril se incautaron dos terminales móviles, uno de ellos tirado en el campo de fútbol, al lado del muro que separa esta parte de la sección abierta, y un segundo en un cacheo realizado por funcionarios en la celda de un interno. Con todo, aseveran que la tenencia de teléfonos móviles por parte de los internos no es una novedad, sino que es algo que se produce "en todas" las prisiones del país.
Los representantes de los trabajadores sostienen que en algún centro penitenciario se solucionó este problema con la instalación de inhibidores de frecuencia, motivo por el cual solicitan a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias la instalación de dicha tecnología en Bonxe.
Según la dirección de la cárcel, en los últimos días uno de los encargados de club encarcelados ha sido trasladado a un módulo de mayor seguridad. Se trata, supuestamente, de José Manuel García Adán, el nombre que según fuentes relacionadas con la investigación más atemoriza a las testigos protegidas que están colaborando con la juez Pilar de Lara. García Adán, que al igual que José Manuel Pulleiro y otros jefes de burdeles está asistiendo a las pruebas que se realizan en el juzgado a cara descubierta (el resto de los imputados se ocultan bajo capuchas y pasamontañas), era el responsable del club Queen's, epicentro de la presunta trama mafiosa de Lugo.
Según personas vinculadas con la investigación del caso Carioca, últimamente las trabajadoras de locales de alterne que están testificando contra la red han recibido visitas intimidantes de supuestos colaboradores de los detenidos, y algunas, además, han recibido mensajes en sus teléfonos móviles, advertencias del tipo "márchate de Lugo o la poli irá a por ti". A pesar de las amenazas, más de 100 mujeres, la mayoría brasileñas, muy jóvenes y con hijos, han decidido colaborar con el juzgado.
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