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Reportaje:

Los fenómenos piden paso

McIlroy, de 21 años, es el ganador más joven en el circuito norteamericano desde Woods - Vuelta de 58 golpes de Ishikawa

Juan Morenilla

Rory McIlroy cumple hoy 21 años. Ryo Ishikawa es aún más joven: 18. Los dos, el norirlandés y el japonés, son esa clase de golfistas a quienes desde hace tiempo acompaña la etiqueta de niños prodigio, de los que se dice que serán los nuevos Tigers, que ahí están los futuros números uno. En tiempos en los que los mitos se construyen antes que el currículo, las alabanzas sonaban a exageración. Pero dos días mágicos, uno en Estados Unidos, otro en Japón, han devuelto a los dos niños a los grandes titulares. McIlroy estrenó su casillero en el circuito norteamericano con su victoria en el torneo Quail Hollow, en Charlotte, tras un domingo de miedo: 10 golpes bajo par, una tarjeta de 30 en los últimos nueve hoyos, inalcanzable para el flamante campeón del Masters de Augusta, Phil Mickelson, mientras Tiger Woods, que ni pasó el corte, veía al heredero por la tele y Westwood y Harrington esperaban al fenómeno en el hoyo 18. Mientras tanto, en la otra parte del mundo, Ishikawa también pedía su segundo de gloria. Sus 58 golpes en la última jornada del torneo de Crowns, en Nagoya, en un campo de par 70, son la mejor vuelta en una competición de un gran tour internacional.

Desde 1970, sólo Mickelson, Tiger y Ballesteros sumaron un título antes

Con 20 años y 363 días, McIlroy se convirtió en el ganador más joven de un torneo de la PGA desde el mismísimo Woods, en 1996, en Las Vegas (20 años y nueve meses). Y todavía más. Desde 1970 sólo tres golfistas han inscrito su nombre entre los campeones en Estados Unidos con menos edad que McIlroy. Y qué tres: Mickelson, que tenía 20 años y seis meses, y aún jugaba como aficionado, cuando en 1991 ganó el Northern Open; Woods y Seve Ballesteros, sólo cinco días más joven que McIlroy cuando en 1978 se impuso en el Greater Greensboro Open. McIlroy ha sido más precoz que, entre otros, Sergio García, que se graduó con 21 años y cuatro meses. Claro que nadie alcanza a Woods en el Grand Slam: tenía 21 años cuando ganó el Masters de Augusta de 1997.

Los 12 birdies del domingo dieron su séptimo título a Ishikawa, un icono mediático por el que las televisiones japonesas enloquecen y a quien los patrocinadores han llenado a reventar los bolsillos de millones. McIlroy es una enciclopedia andante de Woods. Conoce cualquier detalle de su carrera, cualquier torneo, como quien memoriza un pasaje de la Biblia. Como El Tigre, su padre se desvivió por inculcar el golf a su único hijo trabajando incluso en triple turno. El resultado ha sido un jugador con un swing delicioso, tan único que su entrenador lo ha grabado cientos de veces en ordenador para disfrutar cada movimiento, tan diferente a todos que aprendió a jugar desde el green hasta el tee, primero el putt, luego el drive, al contrario de como se juega. A los 19 años, en 2009, McIlroy abrió en Dubai su palmarés en el circuito europeo. Ese mismo año, Ishikawa se convertía en el invitado más joven del Masters de Augusta, cuestión de cuotas de audiencia en Asia.

Y los dos fenómenos no están solos. Ayer mismo, el italiano Matteo Manassero se hizo profesional sólo dos semanas después de cumplir los 17 años, sólo tres días antes de jugar el Open de Italia.

McIlroy, tras su victoria.
McIlroy, tras su victoria.REUTERS

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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