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AEROLÍNEAS | Laboratorio de ideas | BREAKINGVIEWS. Reuters

El tipo de ayuda inadecuado

La Unión Europea parece haber cedido a la presión del atribulado sector de las aerolíneas. Afirma que permitirá a estas empresas recibir ayuda estatal para cubrir los costes de entre 1.500 y 2.500 millones de euros a los que se enfrentan después de que la erupción volcánica de Islandia provocara la cancelación de miles de vuelos este mes. Pero es difícil justificar la ayuda estatal. Los accionistas, los futuros pasajeros y las aseguradoras -no los contribuyentes- deberían aceptar los riesgos asociados al transporte aéreo.

A lo mejor, las aerolíneas podrían defender su postura si tuvieran alguna forma de demostrar que el cierre del espacio aéreo durante tantos días era "innecesario", como afirma la aerolínea de bajo coste Ryanair. Pero esto será muy complicado de comprobar. Difícilmente podían los Gobiernos ignorar los consejos de sus expertos en seguridad.

Viajar en avión es un asunto arriesgado, como saben tanto los accionistas como los pasajeros. Este es el motivo por el que a las aerolíneas les gusta mantener mucho efectivo en sus balances. Aunque son caros, hay seguros disponibles para cubrir la flota que se queda en tierra. Los riesgos y los costes deberían reflejarse en los precios de los billetes. Si las aerolíneas han cometido un error de cálculo, los contribuyentes no tendrían que pagar el fallo.

Por dolorosos que fueran los cierres de los aeropuertos, las principales aerolíneas europeas tenían suficiente efectivo para hacer frente al incidente. BA,

Lufthansa, Air France e Iberia, así como Ryanair y

Easyjet, podían permitírselo. Si las aerolíneas más pequeñas no pueden lidiar con una semana de cancelaciones, quizá su modelo no sea lo suficientemente sólido. La ayuda estatal podría provocar una distorsión de la competencia y apoyar a empresas que no se lo merecen.

Por supuesto, a los Gobiernos europeos, con sus elevados déficits, tampoco les sobra mucho efectivo para satisfacer solicitudes de ayuda estatal. Al menos Alemania, que tiene un déficit envidiablemente bajo y podría permitírselo sin problemas, ha dicho que no cederá ante tales solicitudes.

La UE debería plantearse reformar la legislación sobre los derechos de los pasajeros de las aerolíneas. En la situación actual, las aerolíneas tienen que hacer frente al coste de encargarse de los clientes varados y se beneficiarían de una limitación clara de las responsabilidades y de un mejor marco para gestionar el riesgo. Esto debe ser una prioridad, antes de que se despierte otro volcán islandés. -

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