Tres 'cuellos de botella' lastran la conexión de mercancías con Europa

Problemas y carencias en infraestructuras hay muchos en todos los territorios y son de diverso tipo. Pero entre las actuaciones consideradas prioritarias para potenciar el Arco Mediterráneo hay tres cuellos de botella a los que dar solución: el tramo ferroviario Perpiñán-Montpellier, el que discurre entre Castellón y Tarragona y la nueva línea de ferrocarril entre Almería, Murcia y Alicante, actualmente inexistente. Los dos primeros están en cierta forma encaminados, pero el tercero aún no se contempla.

Así lo explicaron ayer el profesor de Ordenación del Territorio de la Universidad de Alicante Armando Ortuño y el coordinador del Institut Ignasi Villalonga, Pau Caparrós, que en la presentación en la Cámara de Comercio de Alicante del acto a favor del reconocimiento europeo del Arco Mediterráneo, que tendrá lugar en Valencia el 7 de mayo, reclamaron soluciones. Las medidas deben llegar de Bruselas, ya que a finales de año la Unión Europea revisará el plan prioritario de redes transeuropeas, del que quedó fuera el Arco Mediterráneo en 2003. El Consejo de Ministros de Transportes de la UE aceptó el pasado junio la petición del Gobierno español para que se considerara prioritario el corredor mediterráneo. La decisión deberá ser ratificada este año.

Ortuño, que ha participado en el Libro Blanco de las Infraestructuras de la Eurorregión del Arco Mediterráneo del Institut Ignasi Villalonga, aseguró que el Ministerio de Fomento estudia la línea de ferrocarril entre Alicante y Almería. Y añadió, que en un mes Fomento presentará un plan ferroviario de mercancías, donde se confía en que esté incluida esta infraestructura.

El Arco Mediterráneo suma el 40% de las exportaciones españolas, concentra el 47% de la población del país y el 44,6% del Producto Interior Bruto. "No nos oponemos a la existencia de otros ejes prioritarios en la Península, sólo pedimos que Bruselas incluya también este", esgrimió el coordinador del Institut Ignasi Villalonga. Caparrós explicó que la vertebración de las infraestructuras adecuadas se perfila como imprescindibles para incrementar la competitividad de la industria de la zona. Y subrayó, en este contexto, el caso de Alicante: "La provincia de Alicante no puede ser condenada a tener un monocultivo de sol y playa y renunciar a sus clusters industriales".

Caparrós también defendió que si se logra estructurar el transporte de mercancías por ferrocarril al norte de Europa, los puertos valencianos podrían registrar un crecimiento en la entrada de mercancías de Asia. Mercancías que ahora en muchos casos se desvían hasta los puertos del norte de Europa -aunque la ruta más corta a través del canal de Suez es el Mediterráneo- porque desde allí se distribuyen con más facilidad a través del ferrocarril.