El fiscal pide seis años de cárcel para los jefes del inmigrante que perdió un brazo

La fiscalía pide seis años de prisión y otros seis de inhabilitación para cada uno de los dos hermanos propietarios de la panificadora de Real de Gandia en la que Franss Melgar Vargas, un trabajador extranjero en situación irregular, perdió un brazo en mayo del pasado año.

La acusación considera que los dueños del negocio, Juan Javier R. y Raúl R., son autores de dos delitos contra los derechos de los trabajadores y reclama una indemnización de 132.540 euros para la víctima.

El trabajador boliviano, empleado desde 2007 en la panificadora sin contrato y sin alta en la Seguridad Social, sufrió el accidente cuando manipulaba una máquina amasadora, según el escrito del ministerio fiscal. Este trabajo lo realizaba "sin haber recibido ningún curso de formación ni de preparación y ninguna información de los riesgos que corría en su utilización", ya que la empresa carecía de un plan de riesgos laborales.

Además, los sistemas de seguridad de la máquina se encontraban, desde hacía más de un año, "sin operatividad": "La máquina funcionaba con la rejilla de seguridad levantada". Los propietarios de la empresa habían permitido "la utilización de la amasadora sin el enclavamiento de seguridad", el sistema que podría haber evitado el accidente.

El trabajador sufrió la amputación del brazo izquierdo por encima del codo, una grave lesión que precisó 140 días de curación, 17 de ellos en el hospital.

El fiscal recuerda que la Inspección de Trabajo de Valencia (INSS) levantó actas por "falta muy grave, por falta de las medidas de seguridad", contra la mercantil Hornos Rovira Safor, SL, e impuso un recargo de prestaciones de Seguridad Social en un 50% a favor del trabajador afectado por el accidente.

El fiscal pide además que se adopten las fianzas, embargos y demás medidas necesarias para asegurar las responsabilidades económicas que pudieran declararse procedentes.