Camps asume la exigencia de Fabra y aprueba el mayor PAI de la historia

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, quiso ayer solemnizar la aprobación del PAI (Programa de Actuación Integrada) de Mundo Ilusión y lo incluyó en el orden del día del pleno del Consell, pese a que tras el visto bueno de la Consejería de Medio Ambiente sólo era necesaria la publicación de la resolución en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana. Quiso revestir la aprobación de la oficialidad que transmite el paso por el órgano de dirección del Gobierno y ponerle el altavoz de los asuntos aprobados.

Camps asumía las exigencias del presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, impulsor y artífice del parque temático Mundo Ilusión, alrededor del que creció el germen de la macrourbanización ahora aprobada, que ocupará 18 millones de metros cuadrados entre Cabanes y Oropesa. Todo pese a que la propia Generalitat, como promotora del parque, es consciente de la dificultad de sacar adelante un proyecto de ocio en el que no tiene previsto invertir y para el que busca promotores privados, que no aparecen.

El Consell ha aprobado el proyecto sin condicionantes

Con la incertidumbre del futuro político de ambos, en los dos casos vinculados a la decisión judicial de sentarlos en el banquillo, Camps recompensa la fidelidad de un Fabra al que, hasta ahora, había adulado públicamente pero al que apenas había respaldado en los proyectos que precisaban de la intervención del Gobierno valenciano.

Fabra llevaba diez años detrás de este desarrollo que "se puede convertir en la guinda de la atractiva oferta turística de la Comunidad Valenciana", tal como lo definió en mayo de 1999, cuando presentó la iniciativa. "Mundo Ilusión se inaugurará en Semana Santa de 2003", dijo meses después. Sin embargo, con la ambigüedad con la que el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, se refería al proyecto, pasaron los años sin más actividad que la solicitud de unos estudios de viabilidad que ahora resultan inútiles.

El presidente de la Diputación de Castellón se topó, después, con otros obstáculos. Rafael Blasco, como consejero de Medio Ambiente, hizo firmar un convenio a los ayuntamientos afectados por el que les obligaba a la revisión de su PGOU como paso previo a la aprobación del PAI. Después llegó José Ramón García Antón, reticente a un desarrollo de semejante envergadura y a la recalificación de cerca de seis millones de metros cuadrados. Pero la llegada de Juan Cotino al departamento y a la, tal como calificó Fabra "nueva filosofía" del responsable de Medio Ambiente, abrió la puerta a la aprobación de un programa con el que Carlos Fabra cumple una de sus promesas.La comisión territorial del Urbanismo aprobó ayer los planes parciales de la macrourbanización denominada Marina d'Or Golf, que se extenderá sobre 18 millones de metros cuadrados, sin ningún condicionante. Este visto bueno supone que, tras la publicación de la resolución y la reparcelación, el adjudicatario podrá comenzar la obra, que incluye tres campos de golf, seis hoteles, más de 30.000 viviendas, de las que el 20% serán VPO, 12.000 plazas de aparcamiento privadas, además de otros aparcamientos públicos y residenciales, una zona nocturna de ocio con 34 locales y su propio parque de atracciones, uno de civilizaciones y otro acuático. Sin embargo, la propia aprobación acepta la propuesta de la constructora de ejecutar el proyecto en cinco fases.

Pese a que la promotora, el grupo Marina d'Or, no ha desvelado el orden en el que se realizarán las obras, fuentes del grupo ya indicaron que su intención era la de comenzar por los campos de golf, dos de ellos diseñados por Greg Norman y otro por Sergio García, para luego ir dando salida al resto de proyectos.

Tras la aprobación provisional por los ayuntamientos afectados, Oropesa y Cabanes, el proyecto fue remitido a la Generalitat hace tres años y medio, durante los que se han dictaminado decenas de informes que exigían la corrección en aspectos relacionados con las infraestructuras, las dotaciones, las zonas verdes, la conservación del patrimonio, de terrenos forestales o de vías pecuarias

De los 18 millones de metros cuadrados que se ocuparán, el 55,6% corresponde a suelo urbanizable, pese a que el 33% de éste, cerca de seis millones de metros cuadrados, precisan de recalificación. Por el contrario, se desclasifican tres millones de metros cuadrados, que pasarán a ser no urbanizables. Además de los 800.000 metros cuadrados que se cederán para el parque temático, está prevista también la cesión de otros 6,9 millones de metros cuadrados de suelo protegido.

Los "recortes" exigidos por la Generalitat en este tiempo de tramitación han concluido con una reducción de la superficie afectada y del número de viviendas con las que, en un principio, el crecimiento poblacional sería superior a un 3.486% en el caso de Cabanes y de un 145% en Oropesa.

El presupuesto de inversión previsto cuando se presentó el proyecto ascendía a 6.000 millones de euros y la propuesta incluyó un hotel destinado al turismo de salud, con más de 600 habitaciones y 12 piscinas en la zona. Otro de los hoteles, todos ellos serán temáticos según la presentación en 2005, ocupará el centro de un gran arrecife de roca volcánica y agua cristalina, con 12.000 peces que se podrán ver desde las habitaciones. Uno de los hoteles proyectados prevé la apertura de un casino, y un centro comercial, así como "la reproducción de monumentos venecianos como la plaza de San Marcos y las fachadas de palacios y edificios emblemáticos y canales por los que se navegará en góndola", mientras que los dos restantes reproducirán la Torre Eiffel, el Arco de Triunfo y los Jardines de Versalles (Hotel París) y un lago artificial y dos kilómetros de playas tropicales (Hotel Caribe).

El proyecto se presentó en pleno boom de la construcción. Lubasa, PGP y Ortiz se adelantaron a Marina d'Or en la presentación de un macroproyecto muy cercano al complejo Marina d'Or, que entonces estaba en plena expansión. Esto provocó que el grupo que preside Jesús Ger pujara por el desarrollo y finalmente fuera el adjudicatario.