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Los funcionarios de prisiones denuncian el colapso carcelario

Protesta en A Coruña por el hacinamiento y el caos

Dibujan un panorama aterrador del sistema carcelario en Galicia, con ingredientes que disparan la peligrosidad tras las rejas y anula toda probabilidad de reinserción al abandonarlas. Unos 300 funcionarios de prisiones se concentraron ayer durante dos horas ante la Delegación del Gobierno en Galicia, en A Coruña, para exigir que se cumplan los acuerdos de 2005 sobre las condiciones de trabajo en penitenciarías y se incrementen las plantillas.

"La situación en las prisiones gallegas es caótica, están saturadas, con una tasa de ocupación que supera en algunos casos el 200%", indicaron los manifestantes, convocados por los sindicatos ACAIP y CSIF. Y las agresiones a funcionarios aumentan. Bajo la pancarta Más medios, más seguridad, reclamaron una urgente acción del Gobierno ante la "insostenible" situación de "un sistema que está haciendo aguas", denunció José Ramón García, presidente nacional de CSIF.

La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, está en el punto de mira de los sindicatos, que reclaman su dimisión por incumplir los acuerdos. En cárceles como la de Teixeiro (en Curtis, A Coruña), la más colapsada al doblar el número de reclusos su capacidad, o la de A Lama (Pontevedra), es frecuente que haya dos internos en celdas previstas para uno. Explosiva es también la mezcla de presos, juntando reincidentes con primerizos, jóvenes con adultos, lo que anula cualquier medida de reinserción social y aumenta la peligrosidad. Pero lo que no crece es el número de funcionarios, obligados a atender módulos con el doble de presos de lo normal. "Somos entre dos y tres para 150 internos cuando lo normal sería 75", indicó García.

El responsable del CSIF atribuyó el "aluvión de nuevos reclusos", generalizado en España pero que en cárceles como la de A Coruña es ya "alarmante", a los cambios sucesivos de leyes, como la que condena a prisión delitos contra la seguridad vial. "El sistema no es capaz de absorber ese incremento", insistió. En el caso de A Coruña, "se ha paliado" durante un tiempo la saturación de Teixeiro con el nuevo centro de internamiento para presos en tercer grado, ubicado cerca de la Torre de Hércules. Pero, según García, "han traído internos de toda España" y esas instalaciones ya están al máximo.

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