"Este episodio no cambiará nuestra filosofía"
Domenicali resta trascendencia a la maniobra que permitió a Alonso superar a Massa en la entrada de los talleres
Uno de los puntos fuertes que siempre ha caracterizado a Fernando Alonso como piloto de carreras ha sido la arrancada. Pero la que realizó ayer en el circuito de Shanghai fue demasiado. Tan rápida que fue invalidada por los comisarios. Colocado en la tercera posición de la parrilla por detrás de los dos Red Bull, el asturiano salió dos décimas antes de que los semáforos rojos cambiaran a verde, se arrimó al flanco izquierdo del cemento y adelantó a Vettel, que se quedó clavado, y a Webber. Cuando los comisarios informaron a Ferrari de la infracción, la Scuderia ya le había hecho entrar para colocar los neumáticos intermedios en la segunda vuelta. Tres después, el español cumplió el pase y siga que le impusieron, y un giro después regresó al garaje para que le volvieran a calzar en su coche los compuestos lisos. En esa operación, tuvo que esperar unos segundos a que los técnicos ventilaran a Felipe Massa, que había entrado sólo unos instantes antes. No había completado siete de las 56 vueltas totales, y ya llevaba tres visitas a sus mecánicos y giraba el 14ª (vuelta 10), por detrás de Massa y a más de un minuto de Rosberg, que iba en cabeza.
"Cosas así pasan cuando tienes a dos ganadores", afirmó el jefe de Ferrari
"Felipe ha patinado en la última curva y yo lo he aprovechado", explicó el español
En estos primeros compases del Mundial, Alonso ha demostrado ser sensiblemente más rápido que su vecino de taller, que comenzó el fin de semana en lo más alto de la tabla provisional de puntos y que ayer abandonó el circuito en la sexta posición. En China, el bicampeón del mundo le mandó a Ferrari otro recadito, a pesar de rodar durante más de diez vueltas por detrás de Massa, al que únicamente pudo rebasar con mucha pillería, en una maniobra muy delicada y que levantó un tremendo revuelo en el paddock. Fue en otro desfile por los talleres, en la 19ª vuelta, y cuando se había vuelto a poner a llover. Entonces Alonso aprovechó una tiritona del brasileño al enfilar el garaje para colocar las gomas intermedias, y se le coló por el interior. Sin esa artimaña, los 12 puntos que se llevó de Shanghai hubieran volado.
"Felipe ha patinado en la última curva, yo lo he aprovechado y le he adelantado en la entrada de la calle de talleres", se justificó Alonso, que, evidentemente, insistió en restarle trascendencia al asunto. "Si esto hubiese pasado con dos coches que no son del mismo color, no se escribiría ni una línea. Pero como ha ocurrido entre nosotros, se hablará inútilmente", dijo el español. Massa, por su parte, ofreció una versión similar. "Me he metido en una zona que estaba muy mojada, he perdido el control del coche en la curva de entrada a los boxes y él lo ha aprovechado para meterse por el interior y ganarme así la posición", convino el compañero de Alonso, que en estos momentos está en negociaciones con la Scuderia para tratar de ampliar su contrato, que expira a final de año.
La persona que se encarga de gestionar los egos de los corredores que comparten taller de los bólidos de il cavallino rampante es Stefano Domenicali. Suya fue la orden de detener a Massa en el último gran premio de 2007, en Brasil, para que Kimi Raikkonen le superara y así se proclamara campeón del mundo, la última corona que se ha colocado en las vitrinas de Maranello. "Este episodio no va a cambiar para nada nuestra filosofía. Lo que pasa es que se ha producido en un lugar poco esperado. Pero Felipe ha reaccionado de forma muy profesional. Cosas así pasan cuando tienes a dos pilotos que quieren ganar", zanjó el máximo responsable del equipo italiano. Con dos imágenes tan distintas como la que Alonso y Massa (terminó el noveno) ofrecieron ayer, puede que a Domenicali se le acaben los problemas antes de lo que él querría.
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