"La mejor carrera de mi vida"
Alonso destaca que corrió en unas condiciones dificilísimas y que, aun así, luchó contra los grandes hasta que su Ferrari falló del todo
No fue un fin de semana especialmente brillante para Fernando Alonso. Llegó a Malaisia ilusionado porque en esta carrera había conseguido su primer podio en la fórmula 1, en 2003, y porque el de Sepang es un circuito que le gusta especialmente. Pero las cosas se le torcieron desde el primer día. Un error garrafal del equipo en la cronometrada condicionó todo el fin de semana. Y de vislumbrar unas expectativas de victoria pasó a verse limitado a luchar para entrar en los puntos. Un cambio brutal que, sin embargo, no le desmoralizó. "La carrera es el domingo y aquí suelen pasar muchas cosas. Estoy convencido de que sumaremos muchos puntos", argumentó el sábado por la tarde, tras verse relegado al 19º puesto de la parrilla.
"La gente me dirá que estoy loco. Nadie lo entenderá. Pero es la verdad"
Esta vez, sin embargo, las cosas no salieron como esperaba. La lluvia no apareció y la carrera fue de lo más tranquila. No era precisamente lo que él necesitaba para remontar. Además, su Ferrari comenzó a causarle problemas desde las primeras vueltas. Le falló el cambio, tenía dificultades para meter las velocidades cuando reducía y estuvo peleándose todo el tiempo con el coche.
"El problema apareció en la vuelta de formación y me quedé sin freno motor", comentó Alonso; "cuando frenaba para entrar en una curva, debía acelerar para lograr meter la marcha. Descubrí entonces que aquello era lo que me iba a esperar toda la carrera. Y así era muy difícil apurar ninguna frenada y remontar. Tuve que adaptar la conducción y el coche a la nueva situación".
No fue fácil. Pero el español avanzó ya tres posiciones en la salida y luego se permitió el lujo de adelantar a Jenson Button en la primera vuelta, cuando este pretendía superar a Massa. Pero ahí acabó su escalada. Nunca logró superar a su compañero de equipo y, en cambio, Button volvió a adelantarle en la octava vuelta y quedó a expensas de lo que pudiera ofrecerle la estrategia y la primera parada en el taller de todos sus rivales. ¡Y de la lluvia! Porque en el taller de Ferrari aguantaron a Alonso en la pista 36 vueltas -fue el último que entró a cambiar los neumáticos- a la espera de que llegara la lluvia, que nunca apareció.
¿Fue otro error de estrategia del equipo? Tal vez no. Porque Alonso era capaz de mantener un buen ritmo incluso con las gomas duras desgastadas. Pero estaba claro que el cambio de neumáticos concedió a Massa -los cambió 10 vueltas antes que él- una diferencia de unos dos segundos por vuelta. Y lo mismo le ocurrió luego a Alonso en relación a Massa y Button, que le llevaban una ventaja de 11 segundos cuando el asturiano regresó a la pista con sus nuevos neumáticos blandos y con el depósito de combustible ya a media carga. Alonso seguía con el problema del cambio, pero las nuevas condiciones de su coche le permitieron ir marcando unos tiempos increíbles -entre 2 y 2,5 segundos más rápido que ellos- y enjugar aquella desventaja en cuestión de siete vueltas.
La carrera estaba ya decidida. Nadie cuestionaba el triunfo de Vettel, el segundo puesto de Webber y el tercero de Rosberg. El interés estaba atrás. Lo acaparaba Hamilton con otra fulgurante remontada que le llevó desde la 20ª posición hasta la sexta; Jaime Alguersuari, que ganó los dos primeros puntos para Toro Rosso; Felipe Massa, que luchaba contra Button, al que adelantó finalmente en la 43ª vuelta, y Alonso, que se peleaba con su coche y se mantenía en la lucha por los puntos acercándose peligrosamente al británico. "Fue la carrera más difícil de mi vida y, sin duda, la mejor. Me siento orgulloso de haber estado luchando con los mejores y de haberlo hecho en las condiciones en que corrí".
Alonso iba entonces noveno. Cuando le pareció que le tenía a tiro, atacó a Button para la octava posición. Faltaba una vuelta para la conclusión cuando lanzó su estocada. Le ganó la posición, pero se pasó de trazada. Y, cuando Button recuperó su puesto, el Ferrari de Alonso comenzó a echar humo. El motor había dicho basta. Se quedó tirado en el arcén y acabó la carrera el 13º porque los de atrás habían dado menos vueltas que él.
"Sólo pedía acabar la carrera. Cuando intenté pasar a Button, era más producto de la frustración que un intento serio. Sabía que no lo lograría. Lo perdí todo. Pero es mejor un abandono cuando tan sólo puedes ganar dos puntos que cuando estás arriba luchando por la victoria", advirtió Alonso, que luchó hasta el final. "La gente me dirá que estoy loco cuando les responda que la mejor carrera de mi vida fue la de Malaisia en 2010. Nadie lo entenderá. Pero es la verdad", enfatizó.
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