"La última goleada no vale"

"El resultado es justo porque el partido ha sido igualado y con la sensación de que los goles podían llegar en cualquier momento y en cualquier lado. La eliminatoria sigue al 50%. Necesitaremos el apoyo del Calderón y jugar con la misma intensidad que esta noche", explicaba Quique Flores, el entrenador del Atlético, al término del duelo. "Esta igualada da una pequeña ventaja al Atlético: 55%-45%", pensaba, sin embargo, Unai Emery, para el que el Valencia mereció más rédito: "Hemos estado un escalón por encima, pero no hemos sido capaces de ganar".

Para Quique, el encuentro de vuelta no se asemejará al de la Liga: 4-1 a favor de los rojiblancos. "Que nadie tome esa goleada como referencia. No vale. Será totalmente diferente", advirtió. "Lo plantearemos como una continuidad del de hoy. Iremos con la mentalidad de hacer un gran juego y pasar de ronda. Tenemos fe y optimismo", dijo, a su vez, Emery, confiado en el precedente ante el Werder Bremen, con el que igualaron (4-4) en Alemania tras haberlo hecho (1-1) en casa.

Las numerosas ausencias que sufre el Valencia en el último mes, centradas en la defensa y la línea de creación, han rebajado las prestaciones y convertido al equipo de Emery en más vulnerable. Su poderoso ataque minimiza las carencias de una zaga bajo mínimos. Por si fuera poco, Bruno recibió una amonestación y se ausentará en el encuentro de vuelta. Juan Carlos Carcedo, el segundo de Emery, protestó la sanción del lateral valencianista y fue expulsado en el descanso.

Por su parte, Quique ha conseguido, al menos, que los equipos que juegan contra el Atlético se trabajen las victorias, que no se regalen como de vez en cuando le sucedía. Inconsistente en el centro del campo, su cuadro ha ganado contundencia defensiva desde su llegada al banquillo. Por los cimientos se empieza a cosntruir. "Los goles han sido acierto del rival", confirmó el propio Quique. Emery consideró que el afán de victoria de su conjunto propició los goles atléticos: "Hemos dejado espacios para la contra".

Con De Gea y César como protagonistas, el primer acto concluyó con el marcador inmaculado. "Habrá goles, seguro", vaticinaba Manuel Llorente, el presidente del Valencia. A su lado, Enrique Cerezo, el del Atlético, confirmaba la teoría: "Será un partido de goles". Y los hubo.

Golpeó primero el Atlético. Un saque de esquina del Valencia propició una contra conducida por Agüero y finalizada por Forlán. "Hubo un doble error de Bruno y Alba, que se venció muy pronto al suelo", entendió Emery. Contestó Fernandes con un gran disparo desde fuera del área. Antonio López, de nuevo, adelantó al Atlético en un despiste defensivo del Valencia a la salida de un córner. Empató de nuevo Villa a pase del reaparecido Vicente. El partido, descosido. Una bendita locura que tendrá su continuidad en una semana en el Calderón.