"Aseguramos a Xabi y Sergio para el clásico"
Pellegrini justifica las sanciones provocadas por Alonso y Ramos para jugar contra el Barça
El derbi tiene un valor muy relativo. Incluso mientras se jugaba, en Chamartín los futbolistas del Madrid dieron más importancia a lo que harían dentro de dos semanas que a lo que estaban haciendo contra el Atlético, cuya condición de rival importante es cosa del pasado. Nadie en el vestuario del Madrid, aparte de Raúl, ve al Atlético como un peligro estimulante. La vida institucional y deportiva del Madrid es irremediablemente arrastrada hacia el clásico. Desde hace unos años, la fuerza gravitacional del Barcelona, como un planeta que se acerca peligrosamente, ha aumentado su efecto sobre el Bernabéu, que empieza a girar en torno a lo que pasa en el Camp Nou. Ayer, con el derbi en 3-2, al filo de la media hora de la segunda parte, los jugadores del Madrid empezaron a pensar en el partido del 10 de abril. Xabi Alonso y Sergio Ramos acumulaban cuatro tarjetas amarillas cada uno y dio toda la sensación de que forzaron las quintas para asegurarse su presencia contra el Barça. Los chicos prefirieron saltarse el viaje a Santander antes que arriesgarse a perderse el partido más importante de la temporada. Así lo vieron sus compañeros de vestuario y así lo aprobó el entrenador, Manuel Pellegrini.
Cristiano: "Hemos de salir más enchufados. Si no, lo podemos acabar pagando"
"Ambos venían jugando con cuatro tarjetas desde hacía varios partidos", dijo el técnico en relación a Ramos y Alonso; "hablamos de ir partido a partido. Las sanciones a Xabi y Sergio no nos dejan tenerlos contra el Racing, pero nos dan la seguridad de tenerlos contra el Barça, que será un partido importantísimo. Contra el Racing no tendremos problemas. Mi confianza en el plantel es total y el que salga lo hará bien".
Alonso subió casi hasta el campo del Atlético para hacer una falta a Salvio, que corría pegado a la banda, en una jugada que parecía irrelevante. Ramos se demoró más de la cuenta en el saque de una falta y el árbitro le castigó. Con esas dos acciones resolvieron el dilema.
Granero opinó que al Madrid le costó llegar con claridad en la primera parte: "Nos hicieron el gol y se cerraron muy bien atrás. Después acusaron la baja de Reyes y el cansancio. Nosotros nos hemos sentido físicamente mucho más fuertes que ellos en la segunda parte".
Pellegrini, siempre benevolente con su labor, entendió que el Madrid jugó bien la primera parte, en contra de la opinión de sus propios jugadores. "Creo que hicimos un muy buen primer tiempo", dijo; "jugamos con tranquilidad porque tuvimos tres o cuatro ocasiones de marcar. Ellos apenas nos llegaron y nos hicieron una. En el segundo tiempo les hicimos un regalo y por eso nos marcaron el segundo. De lo contrario, no nos habrían generado situaciones. Lo que es verdaderamente preocupante no es el juego, sino que equipos que nos llegan tan poco nos estén haciendo goles. Nos pasó contra el Sporting, en Getafe y ahora con el Atlético".
"En la primera parte nos encontramos incómodos", ponderó Gago. A su vez, Cristiano Ronaldo se manifestó con su habitual vehemencia al salir de la ducha. Lo mismo que sus compañeros, discrepó de la visión del entrenador. "Salir tan desenchufados se puede acabar pagando", declaró; "nos puede pasar factura eso de tener que ir remontando. Tenemos que entrar más enchufados. Cuando jugamos en casa, tenemos la obligación de marcar los primeros. Es una cosa que hay que solucionar con más trabajo, actitud y seriedad para que no vuelva a pasar".
El portugués, hombre orgulloso al que no le gusta valorar a los rivales, dijo que el clásico no decidirá el campeonato: "Mucha gente puede pensar que sí, pero faltan muchas jornadas... Después del Barça, hay más partidos".
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