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Reportaje:

Flamenco en la Posada del Potro

La casa del siglo XV, citada por Cervantes, se convierte en el Centro Fosforito

Entre el río Guadalquivir y la plaza de la Corredera se abre una de las placitas más singulares de Córdoba. Ella guarda, además, una casa igual de singular y que el jueves pasado volvió a ser reabierta al público. Se trata de la Posada del Potro, cuyo nombre comparte con la propia plaza, que también ha sido remodelada y que está presidida por una fuente con un potro rampante en lo alto. La posada es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Por su fisonomía, es uno de los últimos ejemplos que quedan de una casa de los siglos XIV y XV. Pero su fama trasciende lo puramente estilístico y se adentra también en el campo de la literatura. Lugar y barrio son citados por Miguel de Cervantes en Don Quijote. Y de ello da fe una placa de cerámica que cuelga de las paredes del museo Julio Romero de Torres desde 1917, frente al antiguo hospedaje del Potro.

El edificio histórico vuelve a ser visitable tras cinco años de restauración

La posada también ha sido escenario de historias y leyendas populares, como las recogidas en el libro Paseos por Córdoba, de Teodomiro Ramírez de Arellano, publicado en 1873. En uno de sus pasajes más terribles y sanguinolentos, cuenta cómo el rey Pedro I El Cruel mandó descuartizar al posadero atándole las manos a una de las rejas de la casa y los pies a dos potros a los que azotaron para que lo despedazasen. La razón: el posadero había intentado robar a un militar a las órdenes del rey. Y el monarca hizo honor a su apodo.

Tras más de un lustro de trabajos de recuperación y de restauración, ha reabierto sus puertas convertida en el Centro de Flamenco Fosforito.

Se da así un nuevo giro a los usos de esta casa única en Córdoba. Su actividad hostelera estuvo siempre ligada a la presencia comercial de la zona, pues allí era centro de intercambio y también de picaresca durante el Siglo de Oro. Finalmente, a finales del siglo pasado fue adquirida por el Ayuntamiento de Córdoba, que la usó principalmente como centro de exposiciones, además de ser sede de organismos y entidades diversas y que ahora lo ha remozado para dedicarlo al mundo del duende.

Con su última transformación, la planta baja pasa a convertirse en el Centro de Interpretación del Flamenco, dividido en cinco salas. Una de ellas se centra en la figura del cantaor de Puente Genil e hijo adoptivo de Córdoba Fosforito. La estancia reunirá objetos personales, imágenes, grabaciones y portadas de discos. Muchos de los contenidos del Centro de Interpretación, no obstante, están pendientes de instalarse, ya que la Posada ha vuelto a ser visitable antes de que el Centro, como tal, haya sido dotado con todos sus tesoros.

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No obstante, la actividad flamenca ya ha comenzado en forma de exposiciones temporales. La muestra de fotografías Concurso Nacional de Arte Flamenco, 2004 y 2007, de José Carlos Nievas y María Moya, ha estrenado las nuevas dependencias.

Interior de la antigua Posada del Potro, que reabre sus puertas.
Interior de la antigua Posada del Potro, que reabre sus puertas.FRANCIS VARGAS

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