Castellón tendrá un edificio que limpia el aire

Un centro deportivo en la zona oeste de Castellón se convertirá en el primer edificio del mundo cuyo revestimiento permita limpiar el aire de óxido de nitrógeno. Este producto, creado por Ceracasa, actúa, además, sobre la lluvia ácida, tal como se ha comprobado tras las últimas pruebas realizadas por el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (Ceam). Las características de este material han sido certificadas por la Universidad Politécnica de Valencia. La pieza cerámica está recubierta de un esmalte especial en el que los rayos del sol y la humedad reaccionan con los óxidos de nitrógeno, transformándolos en sustancias inocuas para la salud humana. Además, tal como aseguró ayer el director general de Ceracasa, Carlos Cabrera, la capacidad de absorción de este material es inagotable. Cabrera también señaló que su precio se sitúa "dentro de los precios de mercado", en el tramo de la cerámica de alta calidad.

La superficie útil del edificio será de más de 650 metros cuadrados, tal como desveló ayer el vicealcalde de Castellón, Javier Moliner. La fachada exterior estará "forrada" con este revestimiento cerámico que absorberá los óxidos de nitrógeno del entorno y se purificará el volumen de aire que consumen los 400 escolares que asisten al colegio Manel Garcia Grau, ubicado junto al futuro centro deportivo.

Las obras, según explicó ayer el vicealcalde, comenzarán en el mes de mayo, con lo que el proyecto, que tiene un presupuesto de 1,4 millones de euros, incluida la urbanización del entorno, podría estar concluido antes de que acabe el año. Así, Castellón se convertirá en la primera ciudad con un edificio de estas características, pese a que el Ayuntamiento de Valencia ya ha manifestado su interés por ejecutar algún proyecto con este recubrimiento. El director general de Ceracasa desveló que este ayuntamiento no es el único que se ha interesado por este producto para cuyo uso también han contactado con entidades privadas.

La ejecución de este centro deportivo forma parte del City Lab, una iniciativa por la que Castellón se ha convertido en un laboratorio de pruebas del sector cerámico. Moliner adujo que el proyecto es una muestra de la apuesta por convertir a la capital de La Plana en un referente de innovación cerámica, "ya que la salida de la crisis de este sector tiene que pasar por la innovación, área en la que ya trabaja desde hace muchos años", según manifestó.