Emprendedores en hibernación
La actividad cayó un 27% en los últimos 12 meses en España, a niveles de 2004
Se confirma la tendencia. 2009 fue uno de los peores años para los emprendedores desde la burbuja de las puntocom de 2001. Y la inestabilidad continúa. Los que tenían pensando embarcarse en un proyecto, se lo piensan. Los que ya se han lanzado, entran en modo hibernación, ralentizando expectativas de clientes, ingresos y financiación hasta que escampe el temporal. El resto, los menos, consigue transformar la crisis en oportunidad.
Es la foto que dibuja el último estudio del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) en 54 países, coordinado en España por el IE Business School. Sus datos reflejan una caída del 27% en la tasa de actividad emprendedora en nuestro país entre julio de 2008 y julio de 2009, un 33% menos comparada con 2007. Sólo el 5,1% de la población española entre 18 y 64 años ha fundado o trabaja en una empresa de nueva creación, con menos de 42 meses de vida. Reino Unido, Suiza, EE UU y Países Bajos nos llevan la delantera, pero superamos a Francia, Italia y Alemania.
Las iniciativas empresariales abandonadas han crecido el 50%
"La recesión ha alimentado un factor psicológico negativo, asustando a los emprendedores. La escasa financiación ha sido el otro aspecto determinante. Los bancos siguen con el grifo cerrado", dice el presidente mundial del GEM y director del centro internacional de gestión emprendedora de IE Business School, Ignacio de la Vega. El 15,8% de los emprendedores han montado un negocio por necesidad, un punto porcentual más que el año anterior.
El parón económico se traduce especialmente en el abandono de iniciativas empresariales, un 54% más que en 2008. En total, 602.000 empresas cerraron las puertas. El 56% de los encuestados (28.800 personas y 600 expertos) lo tiene claro: si no fuera por la crisis, no habrían tirado la toalla. La ausencia de rentabilidad y la sequía de financiación son los principales desencadenantes.
H. Concepción, ingeniero de 42 años y MBA, dirigía una de esas start-ups. Dio el salto en 2006 creando una firma de distribución y marketing de electrónica de consumo. La facturación superó los cuatro millones de euros en 2008. Abrió oficinas en China. Luego vino el desastre. "El segundo trimestre del año pasado fue el peor, las ventas cayeron un 80%. Al derrumbe del consumo se unió la falta de crédito bancario y los impagos. Aguantamos hasta que se acabó la gasolina", dice. Ahora busca nuevos retos. No descarta ir a países emergentes como China, Rusia o Bulgaria. Y resalta uno de los puntos que más lastran a España: el miedo al fracaso. "Aquí está mal visto, la gente lo oculta. En otros países es sinónimo de experiencia". El 45% de los potenciales empresarios españoles, según el GEM, teme fracasar, frente a sólo el 26% en Finlandia o el 27% en EE UU y Francia.
El perfil del emprendedor evoluciona. El año pasado se redujo la edad media de los 38 a los 36 años (empujado en parte por el paro juvenil) y aumentó la formación, con un 37% de diplomados y licenciados. La mujer, sin embargo, pierde puestos. Cinco puntos en dos años. Hoy supone poco más de un tercio del total de emprendedores. "Más mujeres han decidido ahorrar costes en el hogar y centrarse en su faceta personal. Es un paso atrás", dice Alicia Coduras, directora técnica del GEM España.
"Las subvenciones se han recortado de la noche a la mañana. Pero si te lanzas, encuentras apoyos. Nosotras los hemos recibido desde el primer día". Esther Fernández, fundadora junto a María Martínez de Geniality, una empresa pionera en diagnóstico de enfermedades genéticas en embriones humanos, así lo afirma. Dieron el paso a finales de 2008. Meses después, el CDTI, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, les concedió 370.000 euros de crédito. La crisis ha frenado sus planes, pero la pujanza de la biotecnología les augura un futuro prometedor. "Si logramos poner en marcha la plataforma de diagnóstico, saldremos a Europa en unos años", dice Fernández.
Una de las conclusiones positivas del informe apunta precisamente a la innovación. Frente al desplome del sector servicios, sobre todo en servicios a empresas, se mantienen el porcentaje de empresas innovadoras, en torno al 20% del total. Y escalan del 9% al 14% las start-ups que invierten en tecnología para diferenciarse.
Con la sequía de fondos, las fuentes de financiación también evolucionan. Ganaron peso los business angels o inversores independientes, si bien el capital inicial invertido por proyecto descendió de 50.000 euros a 30.000 euros. Toca hacer más con menos. "Estamos buscando capital, es muy difícil encontrar inversores en España", reconoce Olaf Petzschmann, emprendedor alemán afincado en Barcelona que pertenece a dos grupos golpeados por la coyuntura: el de emprendedores extranjeros de la UE, que suponen sólo el 8,5%, tres puntos menos que el año pasado, y el de compañías exportadoras, que cayeron del 43% del total al 28%. Fundó Offset Options el verano pasado, en pleno vendaval.
Ahora las miradas están puestas en 2010. Nadie sabe lo que viene. ¿Recuperación, estancamiento, letargo? "Creo que habrá otra caída de la actividad emprendedora, aunque no traumática. Inferior a la actual", avanza De la Vega. Pero el 46% de los emprendedores opina que crear un negocio ahora es mucho más difícil. Y sólo el 24% tiene expectativas de crecimiento. Si los datos se cumplen, habrá hibernación para rato. -
Negocios (poco) solidarios
Los emprendedores sociales, compañías con o sin ánimo de lucro que además cumplen una función social, representan una tendencia naciente en nuestro país que, no obstante, cuenta con una de las tasas más bajas de los 54 países analizados. Sólo el 0,5% de la población adulta está involucrado en este tipo de iniciativas. Reino Unido,
EE UU, Francia o Finlandia superan con creces el 2%.
"No hay falta de solidaridad en España. Todo lo contrario. Pero sí una excesiva dependencia del Estado para solucionar los problemas. En los países anglosajones hay más conexión entre la empresa privada, las ONG y el ciudadano", explica Rodrigo Aguirre, economista de 28 años, fundador de SocialBid, una joven empresa española que intenta conectar esos mundos. Subasta online productos con descuento donados por empresas, famosos y particulares. Los fondos obtenidos se destinan a las 40 ONG con las que trabaja. En 2009 recaudó 350.000 euros. -
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