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Entrevista:MAR BARCÓN | Portavoz del PSdeG | DISTANCIAMIENTO EN LA REFORMA DE LA LEI DO SOLO

"Queremos que la Xunta asuma que la Red Natura queda blindada"

Quien oscila es el PP, no los socialistas. Es la opinión de Mar Barcón (Ortigueira, 1963), portavoz del PSdeG y viceportavoz del Grupo Socialista, ante el nuevo distanciamiento de su partido del proyecto de la Consellería de Medio Ambiente, después de que Feijóo considerara que no bloquea la piscifactoría de Touriñán. Pero cree que aún hay tiempo para el pacto antes de que el martes se vote la ley.

Pregunta. ¿Cómo explica el nuevo distanciamiento con el PP?

Respuesta. Nosotros no anunciamos ninguna abstención, sino nuestra alarma ante una declaración del presidente que nos deja preocupados. El artículo 39

[sobre piscifactorías en Red Natura] fue el último que nos separó. El PP aceptó nuestra propuesta, y cuál no será nuestra sorpresa cuando aparece Feijóo con una afirmación tan tajante que parece que pone en duda incluso la validez de la propia redacción. Nos preocupa mucho la afirmación del presidente, porque ha de ser él el primero que vele por las máximas garantías que se recogen en esa ley. La evaluación ambiental que se pide no es una cualquiera, y la ley dice que el uso acuícola no está permitido, y que sólo lo estará si de esa evaluación ambiental se cumple que no hay daño apreciable, lo cual es imposible, me parece a mí, con una piscifactoría. Y además, para autorizarla no debe haber alternativas, y nosotros ya demostramos que las hay de sobra. Esto es un blindaje no de Touriñán, sino del 89% de la Red Natura costera.

"No hemos dicho que nos vayamos a abstener, sino que estamos alarmados"
"Lo que nos aleja no es la crítica interna, sino las palabras de Feijóo"
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"Touriño nos señaló las alertas y las hemos respetado todas"

P. ¿Influyeron las críticas de los diputados afines a Touriño en este alejamiento de la ley?

R. En el PSdeG siempre se tomaron las decisiones tras oír a diputados, alcaldes, simpatizantes... Se debate, se toma una decisión y ya está. No me parece un hecho extraordinario que haya unos diputados más próximos a unos postulados que otros. Lo que influyó fue la rotundidad de las palabras de Feijóo. A mí me parece siempre muy bien que los militantes y los diputados, faltaba más, opinen.

P. El lunes se reúne con el PP y el conselleiro. ¿Qué reclama?

R. La redacción del artículo es suficientemente clara. Lo que queremos es que esas garantías que para nosotros son suficientes lo sean para el partido que se sienta al otro lado de la mesa, y también para la Xunta. Que asuman que las garantías de la ley son máximas, que antes no existían y que blindan con el paraguas de la UE y de una normativa tan proteccionista como la Hábitats la Red Natura. Me parece que no es un capricho de nadie, sino un mínimo de encuentro. Bien entendido que la Xunta mañana puede decidir hacer cualquier cosa, y que la sociedad civil tiene mil caminos para proteger el territorio. Pero que los dos reconozcamos que esa protección es máxima, que las cautelas también y que no existían antes de la ley.

P. ¿Cree que se entenderán estas oscilaciones del PSdeG?

R. Es que niego la mayor. El grupo socialista siempre dijo lo mismo: que era una reforma que sobraba, que podíamos esperar a la nueva ley, y que teníamos algunas cautelas: convertir la amnistía para todos en una regularización que no ampare irregularidades inaceptables, darle un marco regulador a situaciones que hay que reconocer y el blindaje de los espacios naturales. En esas condiciones, estaríamos a favor. Pero el presidente dice: "Ah, bueno, da igual, porque el que manda por encima de la ley soy yo". Entonces nos hace parar un momento. Porque es cierto, él puede impulsar lo que sea, pero creemos que estamos para alcanzar acuerdos sobre el territorio.

P. Si finalmente hay acuerdo, ¿no le preocupa aparecer en la foto al lado del PP, al que tanto han criticado por asuntos urbanísticos?

R. La ley resiste la comparación con cualquier texto legal. Si salvamos este último desencuentro, hace un servicio a la sociedad magnífico, regula situaciones, deja al margen otras imposibles de regular, traza una línea en la propia vigencia de la ley... No es una amnistía. Y el mensaje no es que vale todo, sino el contrario, al haber puesto la frontera donde la pusimos. Además, si no hacemos esto tendremos que hacer otra cosa. ¿Qué hacemos con los polígonos de Caldas, Gondomar, Cuntis, Forcarei...? O se regulan o tendrán que desaparecer, pero no se puede esconder la cabeza. En la anterior legislatura se intentó solucionar polígono a polígono con convenios, y con la aportación de la Xunta para obras de urbanización. A eso nos oponemos. Se pueden dar plazos y procedimientos, pero la Administración no puede gastar un sólo euro.

P. ¿Qué parte de responsabilidad ha tenido la presión de los alcaldes en la negociación?

R. No lo llamaría presión. Éramos conscientes de la petición que buena parte de los ayuntamientos hacen desde hace años, y quise escucharles y tenerla en cuenta. Pero en contra de lo que se cree, los alcaldes socialistas son bastante disciplinados.

P. ¿Qué le parece el cese del director de la Axencia de Legalidad Urbanística y la regularización de Barreiros, denunciada por la agencia? ¿Cree que están relacionados?

R. No me atrevo a decirlo. Pero yo misma, en conversaciones con el conselleiro, manifesté que el cese no era un error, sino casi un atentado contra el sentido último de la agencia. No parece que sea una decisión muy saludable y da lugar a la sospecha. Sin prejuzgar lo de Barreiros, que no nos parece una buena decisión.

P. Antes de que se planteara en el grupo, Touriño ya había criticado la ley en un artículo.

R. A mí me parece que ese artículo del presidente lo que hacía era señalar las alertas. Y me parece que hemos estado atentos, eran inquietudes de todos. Señalaba riesgos que se han evitado, que no se perciben ahora. No hay incremento de la dispersión, al contrario, y algunas cuestiones que surgen ahora como Barreiros no tienen cabida con esta modificación, porque la regularización deja muy claro que no se podrá legalizar nada si tiene un expediente. Compartíamos las alarmas que el presidente señalaba, los peligros, pero hemos logrado frenarlos y hemos convertido un texto peligroso en una modificación de la que nos sentimos satisfechos, un motivo de orgullo.

P. Vázquez censuró a Touriño por el artículo.

R. No se lo he oído nunca en directo. Yo a esa reunión llegué al final. Delante de mí nadie lo criticó.

P. ¿Qué ambiente se vive en el grupo tras la marcha de Touriño?

R. Supuso una cierta consternación, porque era revivir lo que pasó hace un año. Y porque él permitió al partido protagonizar sus mejores 10 años. Con él de parlamentario, ese ciclo no se había cerrado. Al dejar el escaño sí fuimos conscientes de que se cerraban 11 años, de los que 10 lo fueron de unidad, de cohesión y de éxito electoral. Y uno fue volver a la oposición. Pero el sentimiento es de consternación y también de cariño, en contra de lo que se diga o publique.

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