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Reportaje:ESCAPADAS

Dinosaurios victorianos

Londres en dos rutas decimonónicas entre monstruos y obras de arte

Visitamos dos atracciones poco conocidas de Londres, cápsulas del tiempo que nos trasladan al imaginario del conocimiento victoriano.

Crystal Palace

Parque jurásico en la era del vapor

Una forma de ver el mundo ya perdida son los famosos dinosaurios victorianos de Crystal Palace, una leyenda entre los londinenses, pero poco conocidos para quienes vienen de visita. En Londres todo el mundo ha oído hablar de ellos, pero pocos se aventuran hasta un parque que hoy día tan sólo es frecuentado por los locales. Paciendo como varados leviatanes en un estanque artificial, estos monstruos de cemento representan una vez más la unión de la tecnología más moderna al servicio de la ciencia. No deja de ser fascinante este diorama en tres dimensiones, uno de los primeros intentos de mostrar al público la fauna antediluviana y, en concreto, los entonces recién descubiertos dinosaurios. Esta ingenua representación en cemento y jardinería fue obra del escultor Benjamin Waterhouse Hawking, que construyó 33 modelos entre 1852 y 1855. No exageramos cuando lo bautizamos como parque jurásico de la era del vapor: el cemento era un material nuevo en esos años, y su textura, y la forma incluso en que envejece, ideal para representar estos monstruos extintos. El efecto de la intemperie sobre la piel de los dinosaurios evoca eones, falsos fósiles de extintos leviatanes.

En el Crystal Palace actual poco queda de aquella fe victoriana en las maravillas del vapor y la electricidad. Aún podemos trazar en los prados del parque los cimientos del palacio, en su día la estructura de acero y cristal más grande del mundo y una de las construcciones más admiradas del siglo XIX, obra del experto en invernaderos Joseph Paxton. Construido en principio en Hyde Park en 1851, fue trasladado en 1854 a Sydenham Hill, donde cayó destruido por un incendio en 1936. Hoy da nombre a un equipo de fútbol y las amenidades del lugar son las propias de todo parque británico: un café que cierra a las cuatro de la tarde, con tés y sandwiches calientes. En el barrio residencial que lo circunda abundan los pubs tradicionales, con nombres que preservan el espectro de la gran Exposición Universal y poco más. Ya hemos dicho que se trata de una visita en los márgenes del Londres turístico. Pero para aquellos que, como nosotros, disfrutan de los secretos poco conocidos, los leviatanes de cemento de Crystal Palace son visita obligada.

John Soane

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Gabinete de curiosidades

Quizá los gabinetes de curiosidades no son más que la versión respetable del síndrome de Diógenes, y sus autores, afluyentes enfermos obsesivos. Visitar la casa-museo de sir John Soane, a un tiro de piedra del Museo Británico, es sumergirse en la mente de un hombre que hizo de sus objetos un sustituto de la vida. El sobrio arquitecto neoclásico del Banco de Inglaterra (edificio que se construyó entre 1792 y 1823) dio paso, en los últimos años de su vida, a una identidad posromántica, recluido en su propia celda monacal, mientras la hermosa casa familiar sucumbía a la horda bárbara de sus colecciones de arte y antigüedades. Como si de un torpe caco se tratara, sir John Soane (1753-1837) ha dejado por toda la casa huellas imborrables, pistas que desvelan la evolución de su personalidad, desde el aclamado arquitecto hasta el excéntrico viudo de sus últimos años. Ya al entrar, la elegante biblioteca apunta a cómo debió de ser la casa cuando aún era un espacio para los vivos. Nos recibe con un hormiguero de cuartos y pasillos donde sarcófagos, urnas romanas, frisos de templos griegos y planos de edificios que jamás llegaron a construirse compiten por espacio en las paredes con la luminosa Venecia de Canaletto y una envidiable colección de pinturas y grabados de William Hogarth. La casa debe su fama entre los aficionados a la arquitectura a las claraboyas abiertas por el propio arquitecto en pasillos y escaleras, que maximizan la luz natural en una época anterior a la electricidad: híbrido de espacio íntimo y espacio público. En la biblioteca y el estudio del arquitecto de las plantas superiores, conectados mediante pasadizos donde podemos admirar arte clásico y reproducciones, descubrimos la faceta profesional de John Soane, pilar de la sociedad victoriana. Sin embargo, el entresuelo, convertido en espectral refectorio de un convento inventado, muestra a un pintoresco personaje que ya no tiene que demostrar nada al mundo y puede caer en sus obsesiones privadas. El sótano se convirtió, en su vejez, en el retiro de John Soane, sin más compañía que el alma en pena del Padre Giovanni, un imaginario monje medieval. Como un álter ego que revela mucho sobre su autor, este sótano acoge la teatral celda, con un esqueleto humano escondido en la alacena, y que sir John gustaba de mostrar a sus pasmadas visitas.

Fue tras la muerte de su esposa. John Soane, quizá para expresar su duelo con el medio que mejor conocía, la arquitectura, convirtió el sótano en un claustrofóbico claustro con vigas y vidrieras medievales, en estilo neogótico. La casa, ya invadida por la distinguida marabunta de sus obras de arte, sólo ofrecía refugio en este hades personal. A través de las cristaleras miniadas puede aún verse la tumba del monje cuyo espectro se lamentaba, según contaba el dueño de la casa, atrapado en este semi-mundo neogótico. En realidad, la tumba contiene los restos de Fanny, la perra familiar. Humor negro tardío para un hombre que puede permitirse una vejez excéntrica. Un sarcófago egipcio y un enigmático mármol helenístico de un hermafrodita dormido completan esta planta. Al contrario que los museos mayores, lugares como el Museo de Sir John Soane basan su interés en su poder de conjurar los valores menores, la intrahistoria de una época.

El museo de no tiene café, pero al estar situado en el centro, un breve paseo por los alrededores descubre un sinfín de pubs y cafés.

Guía

Información

» Crystal Palace Park y Dinosaur Lake (www.crystalpalacepark.org; www.crystalpalacemuseum.org.uk). Estación de cercanías: Crystal Palace (trenes desde Victoria o London Bridge).

» The Sir John Soane Museum (www.soane.org). 13 Lincoln's Inn Fields. Metro: Holborn. Abierto de martes a sábado, de 10.00 a 17.00, y el primer martes del mes, de 18.00 a 21.00. Cerrado en días de fiesta. Entrada gratuita.

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