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"El Museu de l'Horta a la huerta"

Natzaret pide a Barberá que no se cambien los usos del balneario Mar Azul

Pablo Ferri

La Junta Coordinadora de Entidades del barrio valenciano de Natzaret, que agrupa a 12 asociaciones, pidió ayer por escrito a la alcaldesa, Rita Barberá, concertar una entrevista para que les explique por qué no se le van a dar los usos convenidos en su día al antiguo balneario de Mar Azul. El Ayuntamiento y las asociaciones del barrio acordaron en 1999 que la reconstrucción del balneario respondería a las necesidades de las propias entidades, a desarrollar y fomentar sus actividades (música, danza, teatro, rondalla...).

Paralelamente, las empresas encargadas de desarrollar el Plan de Actuación Integral (PAI) de Moreres (a espaldas del barrio) acordaron por convenio con el Ayuntamiento gastar 600.000 euros en un Museu de L'Horta y un centro sociocultural. Esto debía hacerse en terrenos del PAI, que antiguamente eran tierras de labranza.

El concejal socialista Vicente González Móstoles preguntó en febrero al equipo de Gobierno local qué iba a ocurrir con el balneario Mar Azul y con el Museu de L'Horta. Las asociaciones de Natzaret andaban inquietas, pues habían escuchado que ni la nueva construcción del balneario iba a tener el uso convenido, ni el Museu de L'Horta iba a asentarse donde se había acordado.

Y así ha sido. En la respuesta a González Móstoles, el Consistorio anuncia que el Museu de L'Horta se instalará en el balneario, que estaba en la playa de Natzaret antes de que el puerto la deglutiese y el suelo y los 600.000 euros que debían dedicarse a su construcción se emplearán finalmente en levantar un polideportivo en la huerta muerta del PAI de Moreres.

Maite Biosca, secretaria de la coordinadora, mostró ayer su decepción. "Han hecho lo que han querido sin consultarnos. Hemos intentado reunirnos con el Ayuntamiento desde 2006, pero no nos han recibido. La alcaldesa apoyaba nuestra idea para el balneario, pero cambió de parecer sin siquiera dignarse a manifestarnos el porqué". Biosca, igual que Enrique Sanchís, el antiguo dueño de los terrenos donde se iba a ejecutar el museo, ve ilógico situar un museo de agricultura donde antes estaba la playa. La coordinadora no se explica que el consistorio haya proyectado para Mar Azul un centro de juventud, pues ya existe uno en el barrio y una universidad popular además del museo. La idea inicial, a la que el Ayuntamiento dio su conformidad, era alzar un centro cultural de usos múltiples compartidos para las diversas asociaciones.

El equipo de Gobierno no explica el motivo de estos cambios, según un técnico del Grupo Socialista municipal. "Y las obras para el museo en el balneario", explica, "se pagan con el dinero del Plan E", lo que significa que los 600.000 euros que la constructora pagó al Ayuntamiento para el museo están ahora mismo cogiendo polvo en un cajón.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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