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Crónica:25ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Tres tiros, tres goles, tres puntos

El Depor, con poco juego pero guiado por Guardado, remonta al Tenerife

No anda sobrado ni de fútbol ni de gasolina que le propulse, pero el Deportivo, mal que bien, sale adelante. Ayer se presentó en Riazor con las dudas propias de un equipo incapaz no ya de ver puerta en tres de sus últimos cuatro partidos sino tan siquiera de fabricar ocasiones de gol. Son momentos complicados para el equipo de Lotina, al que las lesiones no dejan de castigar y que echa de menos a Filipe, como jamás se pudo imaginar que dependería de la aportación de un lateral. El caso es que el brasileño no sólo daba salida al equipo por su flanco, lo galvanizaba con sus cabalgadas, con su capacidad para asociarse. Poco de esos valores persisten en el Deportivo, pero se ve que por otros barrios tampoco hay más. Lo muestra la clasificación, que además delata al Tenerife como el peor equipo a domicilio de la categoría, plagado de futbolistas honestos y con buenas intenciones, pero muy justito para pasearse por Primera División. Ni siquiera verse en ventaja en el marcador le dio aliento para sentenciar a un rival tocado en el que Lotina tuvo que meter el bisturí para cambiar el posicionamiento táctico y buscar el fútbol a través de un mediapunta que ejerciera de pegamento entre una medular insustancial y una delantera roma.

DEPORTIVO 3 TENERIFE 1

Deportivo: Aranzubia; Manuel Pablo, Lopo, Colotto, Laure; Antonio Tomás, Juan Rodríguez; Adrián, Pablo Álvarez (Juan Domínguez, m. 64), Guardado (Lassad, m. 80); y Bodipo (Valerón, m. 37). No utilizados: Manu; Adrián López, Seoane e Iván Pérez.

Tenerife: Aragoneses; Pablo Sicilia, Culebras, Manuel Martínez, Héctor (Kome, m. 62); Ricardo, Richi; Juanlu, Alfaro (Omar, m. 80), Ayoze (Ángel, m. 70); y Nino. No utilizados: Luis García; Mikel Alonso, Román y Dinei.

Árbitro: González González. Amonestó a Juan Rodríguez y Alfaro.

Goles: 0-1. M. 17, Juanlu. 1-1. M. 33. Juan Rodríguez. 2-1. M. 55. Guardado. 3-1. M. 67. Colotto.

Unos 14.000 espectadores en Riazor.

Valerón no ganó el partido para el Depor, pero lo rescató del fútbol funcionarial

Al técnico del Deportivo, que presume de equipo esforzado y solidario, no acaba de convencerle la aportación de Valerón. No tendría dudas si el jugador tuviera seis años menos, pero no caben discusiones: el reloj biológico no se para. Y ahí andan todos, técnico, afición, prensa y entrenador manejando los sentimientos, la nostalgia y la certeza de la aportación de un genio que vivió días mejores, que apenas da en la faceta defensiva, pero que guarda retazos distintivos entre los comunes. Al menos ante oponentes del pelaje del Tenerife sirven para imponerse. Valerón no le ganó el partido al Deportivo, pero lo rescató de la abulia, del fútbol funcionarial de la primera media hora. En ella marcó el Tenerife, que llegó dos veces al área. En la primera marcó Juanlu; en la segunda, ya tras el empate de Juan Rodríguez, Aranzubía le ganó la partida a Nino. Hay cosas que nunca fallan y una de ellas es que el meta del Deportivo siempre tiene que salir al rescate.

Con todo, resulta complicado imaginar que aún por delante de nuevo en el marcador, el Tenerife encontrara argumentos para mantenerse a flote. Tras el descanso se derrumbó. Bastaron dos golpes, no hizo falta más, ni siquiera que Sergio Aragoneses se mostrara. Tres veces tiró entre los palos el Deportivo, tres veces marcó. El gol lo es todo y cuando no hay mucho más, el resto es oratoria y justificaciones. El gol es un destello y además una demostración de talento. Guardado lo mostró, pero además dejó claro que es un titán. El mexicano se fue el lunes hacia California para jugar una hora de un amistoso con su selección el miércoles por la noche, ya madrugada del jueves en España. De vuelta pasó por Chicago y Madrid, se subió a tres aviones para llegar a A Coruña, el viernes se fue del aeropuerto al entrenamiento y de ahí a la cama. Ayer colocó un centro magistral para que Juan Rodríguez marcara el primer gol de Deportivo y luego se sacó un remate para enmarcar después de que Valerón durmiera la pelota en la zona de la verdad y desmantelara la zaga tinerfeña con un balón profundo a Adrián. La pelota acabó en la zurda de Guardado, que definió como los buenos y sentenció el partido porque el Deportivo no encontró réplica y sí un nuevo gol de factura impecable, obra de Colotto.

Manuel Martínez salta sobre Colotto.
Manuel Martínez salta sobre Colotto.EFE

Una confusión que cambió el partido

A la gente no le gusta que los técnicos quiten delanteros del campo, pero ayer Riazor aplaudió el cambio de Bodipo por Valerón antes del descanso. Aunque detrás no hubiera una lectura táctica sino un error. "Me pareció oír que Bodipo estaba mareado y en realidad no tenía nada", explicó Lotina. La maniobra, aun equivocada, fue mano de santo. Guardado retrasó y centró su posición para encontrar espacio y balón. Valerón ejerció de referencia y aunque Adrián bajó su rendimiento respecto a su trabajo anterior en la banda, el equipo mejoró porque además la aportación de Bodipo, una vez más, era irrelevante. "Podría montar una película y decir que soy un monstruo, pero fue una equivocación, cosas que pasan en los banquillos", sentenció Lotina.

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