Los puertos capean el temporal

El golpe de mar que supuso el comienzo de la crisis para el sistema portuario español parece tocar a su fin. Al menos, así lo ven desde el puente de mando del Ministerio de Fomento, a través del ente público Puertos del Estado. El balance provisional de la actividad de las 28 autoridades portuarias fija en 412 millones las toneladas descargadas en las radas de titularidad estatal en 2009, un 12,9% menos que el año anterior. El temporal se anunciaba muy duro al principio de año. Los registros en los tráficos alcanzaban caídas del 50% en los primeros meses hasta llegar a descensos del 2% en diciembre, en tasa interanual, lo que, a juicio del ente que preside Fernando González Laxe, permite ver el horizonte más despejado.

Rotterdam mueve tantas toneladas como todos los puertos españoles

Desde Puertos del Estado trazan otra línea, que mira hacia Europa, y que invita al consuelo. La caída de la actividad en 2009 coloca a los puertos españoles en el entorno de grandes radas europeas como Amberes, Bremen o Marsella, que cerraron el ejercicio con descensos de entre el 14% y el 17%. "Más positivo", explican, "resulta el hecho de que la comparativa entre los meses de diciembre de 2008 y 2009 sitúe ese descenso en un 2%, lo que viene a significar que se ha tocado suelo en cuanto a pérdida de volúmenes de carga y que paulatinamente se irá recuperando este ejercicio". Para los técnicos del ente público, el repunte del tráfico marítimo español comienza una marcha que hará que entre 2011 y 2012 se vuelva a los registros de descargas de 2008.

En la avanzadilla de esta recuperación se encuentra un nutrido grupo de puertos, como Alicante, Avilés, Bahía de Algeciras, Barcelona, Ferrol-San Cibrao, Gijón, Marín y Ría de Pontevedra, Melilla, Motril, Santander, Tarragona y Valencia, que han experimentado incrementos de los tráficos en el mes de diciembre, comparado con el mismo mes del año anterior. Enero de 2009 había confirmado los pronósticos con una bajada media del tráfico total portuario del 22,2%, afectando a todas las mercancías -especialmente a los sólidos a granel (-36,8%) y la mercancía general (-24,2%)- y a todos los puertos, aunque con diferencias. Mientras en algunos de los grandes como Valencia y Gijón las descargas descendían entre el 3% y el 4%, otros como Santander, Málaga o Almería perdían cerca del 50% de sus tráficos.

Sin embargo, la crisis no fue generalizada. El aprovisionamiento de productos petrolíferos (creció un 18,5%), el tráfico de pasajeros de crucero (un 36,8%) o el de barcos de crucero (otro 6%) comenzaron el año con subidas y mantuvieron ratios positivos durante todo 2009. Por el contrario, las actividades que más se resintieron fueron los sólidos a granel (productos agroalimentarios, cereales, carbón, minerales y cemento, entre otros), que cayeron un 21,9%, y la mercancía general, con caídas del 13,4%.

Congelar o reducir sus tasas portuarias, contener el gasto y ampliar sus objetivos comerciales diversificando la oferta son algunos de los antídotos aplicados por las autoridades portuarias españolas frente a la crisis. El objetivo de González Laxe ha sido "ganar masa crítica para poder captar tráficos, a la vez que se fomenta la intermodalidad de los puertos a través de su conexión con otros tipos de transporte", parece una necesidad urgente a la vista de lo atomizado del sistema español. Un dato lo ilustra: el puerto de Rotterdam movió tantas toneladas en 2008 como todas la radas españolas juntas en 2009. Otras cuatro instalaciones europeas (la belga de Amberes, la alemana de Bremen, así como las de Ámsterdam y Marsella) suman una actividad similar a la de las 28 autoridades portuarias dependiente de Fomento. -