El secreto está en la cueva
Pinturas rupestres en Covalanas y casonas de indianos en el valle cántabro del Asón. Con concejos como Soba, donde el ganado vacuno reina entre prados y saltos de agua. Más una visita al palacio de Revillagigedo, que perteneció a un virrey de México
Es como una burbuja de naturaleza que el hombre no ha llegado a reventar. Macizos insobornables acorralan un reducto donde los bosques y el agua conservan el brío de los orígenes. El agua, sobre todo; pero agua oculta: filtrada a través de montañas kársticas, ha formado 4.000 cuevas, casi la mitad de las censadas en Cantabria. Algunas con huella humana y pinturas, otras de interés para espeleólogos; hasta 60 kilómetros se pueden recorrer acompañados por guías profesionales. Los hilos de agua se trenzan para engordar al río Asón, que da nombre a la comarca, compuesta por seis concejos; cada uno de ellos, con varios pueblos y pedanías. Hablamos, en realidad, del Alto Asón, porque el río, en su tramo bajo, es ya otra cosa.
01 Soba
Y tampoco es un río, sino dos, los que forman este cul-de-sac: el Asón y su afluente Gándara. Ambos tienen una partida de nacimiento espectacular. El Asón nace como cola de caballo despeñándose por una pared caliza de 50 metros. Hay un mirador enfrente, en la carretera S-540, para contemplar el prodigio. Estamos en el parque natural de los Collados del Asón, en una escenografía grandiosa y benévola: pocas veces hay nieve, la altura es de sólo 680 metros. Por allí se ve arrancar el vallejo de Las Machorras, refugio de los últimos pasiegos que han conservado algo de su estilo de vida. Por la misma carretera se llega a otro valle donde nace el Gándara, al pie de la Peña Becerra, pronto encabritado en rápidos como rizos (que aquí llaman generosamente "cascadas del Gándara"), para amansarse luego entre los prados y alisos y encontrarse con el Asón abajo, junto al pueblo de Ramales.
Esta cabecera del valle pertenece al concejo de Soba, que abarca 27 pueblos; en uno de los primeros, La Gándara, acaban de abrir un centro de interpretación, pequeño y voluntarioso, que es índice preliminar de lo que aguarda en el valle: riquezas de flora y fauna, pero sobre todo el esfuerzo humano, la arquitectura acoplada al medio, el ingenio para autoabastecerse fabricando de todo: abarcas, almadreñas, cuévanos, yugos y aperos... Este municipio de Soba es el tercero más grande de Cantabria y el que más vacas lecheras tiene en esa autonomía: más vacas que cristianos propiamente dichos.
02 Ramales
El río Gándara, la carretera y los pueblos descienden como a saltitos hacia Ramales, rodeando al monte Pando, pequeño Olimpo local. No habitado por dioses antiguos, pero sí por cazadores y recolectores más viejos que ellos; hace 40.000 años que empezaron a ocupar los ventrículos abiertos en su seno por el agua oculta. Uno de esos huecos, la cueva de Covalanas, acaba de ser proclamada patrimonio mundial. Era la segunda que se descubría después de Altamira, al año escaso de que se publicara, en 1902, Mea culpa de un escéptico, el artículo en que el sabio francés Émile Cartailhac reconocía la autenticidad de las pinturas halladas en Altamira por Marcelino Sanz de Sautuola 20 años antes. El descubridor de esta cueva fue Hermilio Alcalde, el mismo que enseguida encontró las del monte Castillo, en el valle del Pas.
Acaban de arreglar la entrada, pero dentro no hay luz; las pinturas, que están bastante al fondo, hay que verlas con linternas de los guías, lo cual recrea un poco el ambiente de cine en que fueron realizadas, al fulgor de tuétanos ardiendo en toscas lámparas de piedra. Hace de eso entre 16.000 y 23.000 años. Según el profesor Marcos García Díez, responsable de las cuevas, éstas eran de dos tipos, unas reservadas como lugares simbólicos (por no decir religiosos) y otras ocupadas como hábitat cotidiano. Ésta de Covalanas era de las primeras; a pocos metros, en la misma ladera, se ve la entrada a otras dos, El Mirón y La Haza, que sirvieron más bien como vivienda.
Desde aquí se cierne ya Ramales de la Victoria, la capital del valle. Su nombre le viene de una partida ganada por el liberal Espartero al carlista Maroto en ese lugar, más o menos. A la salida del pueblo hay otra cueva espectacular, la de Cullalvera. Su boca parece el atrio de una catedral, con más de 40 metros de altura. La cavidad es también catedralicia al principio; luego se estrecha, y precisamente en la parte más profunda (a más de un kilómetro) se encuentran algunas pinturas. Pero hasta allí no permiten entrar, las visitas se quedan a ver en el grandioso vestíbulo un audiovisual sobre la gruta y sus usos; en la guerra civil fue garaje de las tropas franquistas, como antes había sido (ésta y muchas otras cuevas) refugio de fugitivos, contrabandistas o carboneros.
Ramales, por lo demás, es un pueblo plácido; cada vez menos, porque los veraneantes que no encuentran acomodo en la playa suben hasta aquí. Puede vérselos pescando en el Asón, que se ha engullido ya a su feudatario Gándara, y tiene fama de truchero y salmonero. También empieza aquí una ruta interesante de palacios y casas de indianos. En Ramales hay uno bueno, el palacio de Revillagigedo, que perteneció a un virrey de México. Corriente abajo, en Rasines, hay otro notable, vinculado a las ferrerías que en el siglo XVIII aprovechaban la fuerza del agua. En Ruesga (eso queda a poniente de la comarca) van a abrir precisamente un centro de interpretación de Los Indianos.
03 Ampuero
Por debajo de Rasines, Ampuero es uno de los pueblos más bonitos de la zona, donde también tuvieron arraigo los artesanos del hierro: cerrajeros, herreros, fundidores, descendientes de los ferrones medievales. Hay cuatro palacios importantes y una iglesia desmesurada dedicada a la Bien Aparecida, patrona de Cantabria. A 10 kilómetros de allí, en Limpias, un Cristo agonizante que en 1919 empezó a mover los ojos armó cierto revuelo y dio pie a un floreciente negocio pío. Luego el río Asón sale del valle, se distrae por las marismas de Colindres y su mala cabeza le lleva a travestirse de ría y toparse con el mar, junto a Laredo. Es el final.
Guía
Información
» Mancomunidad de Municipios del Alto Asón (942 64 65 04; www.altoason.com). Tiene editada una estupenda guía-cuadernillo sobre la comarca con toda la información posible. En la web se encuentra un listado de alojamientos, restaurantes y empresas de turismo activo.
» Centro de Interpretación Parque Collados del Asón (942 67 73 71, 619 89 26 34).
» Cueva Covalanas (942 59 84 25; www.culturadecantabria.com).
» Cueva de Cullalvera (902 99 92 22).
» Cuevas del Alto Asón (942 64 65 04, 667 70 16 23).
» Parque natural de los Collados del Asón (942 67 73 71).
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