La rival de Precious
Tiene 24 años, un premio Bafta a la mejor actriz por An education, una candidatura al Oscar rivalizando con Meryl Streep y tres estrenos en cartera, incluyendo la secuela de Wall Street: El dinero nunca duerme, a las órdenes de Oliver Stone. Carey Mulligan sabe cómo resumir su refulgente carrera: "Nada mal para una chica de barrio", pregona, con esa mezcla de timidez y explosiva alegría que desprende. Ha sido un gran año para esta auténtica desconocida que ahora se va dando culazos con Quentin Tarantino en las entregas de premios y dice estar siempre a la sombra de Kathryn Bigelow, aunque asegura que la directora ni se habrá dado cuenta. "No soy buena en estos saraos", se disculpa. Está muy equivocada. Bigelow le ha echado el ojo, y Tarantino, el voto para el Oscar. "Bueno, estoy entre Gabby [Gabourey Sidibe, protagonista de Precious] y ella, pero Carey es fantástica", dice el bocazas del director sin callar sus preferencias.
"Los Oscar son una boda. Yo soy la novia, y mi tarea es que todos se sientan en su sitio"
Esta joven criada en hoteles (su padre es manager de la cadena Intercontinental) disfruta de los piropos. Pero se niega a preparar un discurso para la ceremonia del próximo 7 de marzo. "Eso sería admitir una majadería, porque Meryl Streep es la mejor actriz del planeta, la reina".
Siguiendo los consejos de Baz Luhrmann, más que como una estrella, prefiere verse como la novia de una boda. "Me dijo que los Oscar no son una fiesta, son una boda donde soy la novia, y mi trabajo es que todo el mundo se sienta en su sitio", recuerda. Un consejo perfecto para alguien que siempre quiso ser actriz. "Me siento mucho más cómoda haciendo de otra que de mí misma", reconoce.
Es lo mismo que le expuso a Julian Fellowes (ganador de un Oscar por el guión de Gosford Park) cuando, rechazada por un par de escuelas de arte dramático donde se presentó sin que lo supieran sus padres, le pidió sopitas para ser actriz. Y él le abrió las puertas y su agenda. Su apariencia juvenil le permitió a los 19 años interpretar un personaje de 14 en Orgullo y prejuicio. Igual le pasó en An education, el filme guionizado por Nick Hornby, donde encara a una adolescente de 16 años enamorada de un hombre mayor en la Inglaterra pre Beatles. "Wall Street 2 es el primer filme en el que interpreto a alguien de mi edad real, lo cual es toda una novedad", admite.
Otra novedad es que la hija de Gordon Gekko (el tiburón de las finanzas encarnado por Michael Douglas) se ha liado con su compañero de rodaje, Shia LaBeouf. Pero de eso no le sacarás palabra, porque su vida no ha cambiado tanto. Sólo en "cosas de curro". En el resto sigue siendo la misma chica de barrio que nunca quiso hablar de sus amores.
An education se estrena hoy en España.
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