La bronca de ripollistas y campistas se desata y extiende por Alicante

La tensión aumenta cada día entre los dirigentes del PP de la provincia de Alicante y la bronca entre los afines al presidente provincial, José Joaquín Ripoll, y los de Francisco Camps se extiende y se hace pública.

El vicepresidente de la Diputación de Alicante y concejal en Torrevieja, el ripollista Domingo Soler, suspendido cautelarmente de militancia por el alcalde de la localidad al ser acusado de faltas graves, entre ellas "boicoteo" al PP, arremetió ayer contra el presidente del Comité de Derechos y Garantías del PP de Valencia, el ex zaplanista Juan Rodríguez Marín, con el que los militantes populares, según afirmó, no tienen "ni derechos, ni garantías". Soler, que aspira a la presidencia del PP en Torrevieja, exigió la convocatoria de una "asamblea igual y democrática". El edil pidió amparo al coordinador nacional del PP, Federico Trillo "ante esta injusticia".

El otro escenario de la bronca está en Villena, donde los cinco ediles campistas que abandonaron el equipo de gobierno de la ripollista Celia Lledó han quedado marginados en las comisiones informativas previas al pleno de mañana. Fuentes municipales basan esta decisión en sendos informes, de la secretaria y de un abogado, que indican que la representación debe ajustarse al momento en el que se constituyeron las comisiones. Pero los ediles no adscritos exigen un pleno extraordinario para regularizar su situación y estar en estas reuniones. La alcaldesa, de momento, les dejó tener voz pero no voto en las mismas. Y el juzgado ha condenado por una falta de lesiones al asesor, Isidro Gozálbez, por pelearse en la calle con el edil Juan Richart.

Y otra crisis que afecta al PP se sitúa en Xixona, donde el portavoz municipal del principal grupo de la oposición, el campista Juan Raymundo solicitó pasar al grupo de los no adscritos por discrepancias con sus compañeros del PP que preparan una candidatura alternativa.