_
_
_
_
breakingviews.com | TIPOS DE INTERÉS

La Fed da una señal de normalidad

La Reserva Federal (Fed) se merece algo de simpatía. El banco central estadounidense ha hecho todo lo que ha podido por controlar la puesta en escena de sus mínimas medidas de endurecimiento del crédito, anunciadas el 18 de febrero. Pero los mercados reaccionaron como si fueran unas malas y graves noticias.

En realidad, los cambios son muy pequeños. El principal consistía en aumentar el tipo de descuento de la Reserva, algo que en la actualidad no es esencial para el sistema financiero, en un simbólico cuarto de punto porcentual. Esto amplía la diferencia entre el tipo de interés, que actualmente está en cero, y el tipo de descuento, que se usa para los préstamos de emergencia a los bancos, a medio punto porcentual. Antes de la crisis, la diferencia era de un punto porcentual completo.

La Reserva trató de mantener la calma en los mercados. Había dejado entrever la llegada de la medida y el comunicado de prensa que anunciaba los cambios empezaba explicando que eran una respuesta a "la constante mejora de las condiciones financieras de los mercados". Para recalcarlo, la Reserva añadía que las medidas "no anunciaban ningún cambio en los pronósticos sobre la economía o la política monetaria".

Si los cambios monetarios eran tan insignificantes como aseguraba la Reserva Federal, entonces la respuesta del mercado resultaba ridícula. Los precios de las acciones y del petróleo cayeron un 1% o más, mientras que el dólar y la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense aumentaron. ¿Por qué ponerse a salvo cuando no hay un nuevo peligro? En todo caso, da la impresión de que los inversores deberían tomarse las pequeñas medidas cuidadosamente calibradas como una señal de normalidad.

Pero, aunque puede que los inversores se hayan dejado llevar un poco, tienen razón en considerar como una mala noticia para ellos el principio del final de las medidas extraordinarias de la Fed. La generosa liquidez proporcionada por los bancos centrales del mundo para contrarrestar la crisis financiera ha ayudado al conjunto de la economía. Pero los mercados han sido los que más se han beneficiado. El rumboso flujo de liquidez oficial barata ha hecho posible el incremento del precio de todo tipo de bienes. El estímulo artificial del mercado empieza ahora a disminuir. Puede que el ritmo sea lento, pero a medida que el combustible de los mercados se vuelva más caro, es probable que encuentren más baches durante el viaje.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_